El FC Barcelona ha activado una nueva carta que podría convertirse en su jugada maestra del mercado: Marcus Rashford. El atacante inglés, que atraviesa un momento complicado en el Manchester United, podría encontrar en el conjunto azulgrana no solo un destino atractivo, sino también el entorno ideal para relanzar su carrera.
Luego del rechazo de Nico Williams, la dirección deportiva liderada por Deco ha intensificado su búsqueda de un delantero versátil que complemente el ataque sin generar desequilibrio en la plantilla. Aunque Luis Díaz, del Liverpool, sigue siendo el preferido, su alto coste y la complejidad de la operación han hecho que gane fuerza una alternativa más factible: Rashford.
Discretamente, el Barça ya ha comenzado las gestiones. Según SPORT, el club ha avanzado en los contactos con el entorno del jugador, representado por la agencia AC Talent, de Arturo Canales.
La situación contractual de Marcus Rashford, que tiene vínculo con el United hasta junio de 2028, no es sencilla, pero sí negociable. El jugador no entra en los planes del nuevo técnico, Rubén Amorim, y el club lo sabe.
Tanto es así que, pese a estar fuera de la consideración del entrenador, Rashford renunció a una semana de vacaciones para reincorporarse a los entrenamientos. Aún así, todo indica que no será parte de la gira por Estados Unidos que realizará el United en la Premier League Summer Series entre finales de junio y principios de agosto.
Por qué Marcus Rashford es la mejor opción
El Barça quiere marcar el ritmo de la operación: La idea no es llegar a los 48 millones de euros que pide el Manchester United, sino proponer una cesión con opción de compra, una fórmula que permitiría al club azulgrana contar con el jugador sin comprometer su ya ajustado presupuesto y sus problemas con el Fair Play Financiero.
Del lado del jugador, el interés es mutuo. Rashford necesita salir sí o sí si quiere mantener opciones de estar en el Mundial 2026 con Inglaterra. Ya vivió una experiencia similar el pasado curso, cuando fue cedido al Aston Villa en la segunda mitad de la temporada, aunque sin lograr consolidarse en un equipo que ya tenía una dinámica establecida.
Curiosamente, Marcus Rashford fue al Aston Villa con una cláusula de compra no obligatoria de 40 millones, una cifra menor a la que pretenden ahora los Red Devils y por la que, quizás, el Barcelona acepte una futura compra.
Para el Barça, Rashford encaja en un perfil muy concreto: un delantero capaz de aportar profundidad y frescura, ideal para dar descanso a Raphinha o Lamine Yamal sin entrar en competencia directa por la titularidad.
Además de Rashford, el Barça mantiene el radar sobre Ademola Lookman, del Atalanta, cuyo precio oscila entre los 40 y 50 millones de euros, y sigue soñando con Luis Díaz, aunque el coste del colombiano sigue siendo una barrera casi insalvable.
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