El 24 de agosto de 2020, Luis Suárez contó que Ronald Koeman lo había llamado por teléfono para avisarle que no contaría con él en su Barcelona.
La excusa de Koeman para la llamada de menos de un minuto fue que el uruguayo se encontraba de vacaciones. “Luis Suárez todavía tenía contrato en vigor y podía decidir por sí mismo cómo sería su futuro. Pero yo fui claro. Esa es también la única opción en estos casos”, contó el holandés en octubre de ese año.
Este sábado, 2 de octubre de 2021, Suárez “devolvió la llamada” al DT blaugrana: anotó un gol y dio una asistencia en la victoria del Atlético 2-0 sobre Barcelona, por la fecha ocho de La Liga.
“Fue para la gente que sabe que tengo el mismo número y que todavía sigo usando el teléfono”, ironizó el uruguayo. Acto seguido, le repreguntaron si era para Koeman la dedicatoria: “Para nada, pero si se lo quiere tomar a pecho… había quedado con mis hijos en tono de broma que iba a hacer eso”.
Suárez también juntó las manos en señal de disculpas, esta vez dedicándoselo a los fanáticos blaugranas. El uruguayo vivió grandes momentos en el club, conquistando incluso una Champions junto con sus amigos Leo Messi y Neymar, y lejos está de querer faltarle el respeto.
Un Barcelona en horas bajas, un Luis Suárez que viene en alza
El momento que vive Suárez es inversamente proporcional al del Barcelona. Un año después de aquella llamada, el oriental suma cuatro goles y una asistencia en la actual campaña, tras ganar La Liga pasada con los colchoneros, luego de meter 21 tantos y dar 3 asistencias.
Además, en la Champions marcó su primer tanto de visitante seis años después del último. Lo hizo para llevar a los colchoneros al triunfo 2-1 sobre el Milan en San Siro.
Mientras, los culés continúan sufriendo la crisis económica en la que los dejó Josep María Bartomeu, a lo que se le suma la deportiva, luego de la salida de Leo Messi. Hoy son:
- Novenos en La Liga con 12 puntos, con equipos como Rayo Vallecano y Osasuna en puestos europeos.
- Últimos en el grupo E de la Champions, sin puntos ni goles en dos partidos, y con seis tantos en contra.
Cosas del destino, Koeman cuelga de un hilo, aunque cuente con el apoyo verbal del presidente Joan Laporta. El holandés, que tuvo su importante en la temporada 2020-21 (la de la salida de Bartomeu y la llegada de Laporta, en media crisis del Barcelona), en la actual no ha podido conseguir el despertar del equipo, echando gasolina al fuego en cada declaración.
El carácter de Koeman le está pasando factura: el héroe de Wembley en 1992 no halla el norte deportivo, ni las respuestas para calmar a la desesperada afición. Laporta, pensando más en lo económico que en los resultados en el campo, solo tiene una palabra: paciencia.
Mientras, Suárez está disfrutando su momento en el Atlético, con línea directa al gol.
