Ben Simmons, quien ha sido seleccionado en tres ocasiones para el Juego de las Estrellas de la NBA, ha iniciado una etapa distinta en su trayectoria profesional al integrarse al mundo de la pesca deportiva de alto rendimiento. El deportista ha asumido el rol de operador principal del equipo South Florida Sails, una de las franquicias que integran el Campeonato de Pesca Deportiva, conocido por sus siglas en inglés SFC. Esta incursión ocurre en un periodo de transición en el que el jugador se mantiene fuera de la actividad oficial de las canchas de baloncesto, enfocando sus esfuerzos en una recuperación física integral.
El Campeonato de Pesca Deportiva y la participación de atletas
La liga SFC, establecida en el año 2021, cuenta con una estructura competitiva compuesta por dieciséis equipos profesionales dedicados a la pesca en alta mar. La competición se desarrolla en diversos estados de la costa estadounidense, incluyendo Texas, Florida, Nueva York y Massachusetts. Los equipos acumulan puntuaciones basadas en la captura y liberación de especies específicas, tales como el marlín azul, el marlín blanco, el pez vela y el marlín rayado, siguiendo estrictos protocolos de competencia.
Con su llegada al equipo South Florida Sails, Simmons se integra a un ecosistema de propietarios conformado por figuras destacadas de diversas disciplinas deportivas y del entretenimiento. Entre los inversores de la liga se encuentran los golfistas Scottie Scheffler y Taylor Gooch, así como exjugadores y figuras vigentes de la NFL como Randy Moss y Raheem Mostert. La presencia de personalidades de la NASCAR y la industria musical refuerza el crecimiento institucional de este circuito profesional de pesca.
Perspectivas sobre la exigencia de la pesca de alta mar
En declaraciones recientes, Simmons ha compartido su visión sobre la complejidad técnica que demanda esta disciplina. El jugador destacó que la pesca profesional requiere una preparación meticulosa y una inversión tecnológica considerable, mencionando que las embarcaciones utilizadas poseen un valor elevado y que las jornadas en alta mar resultan físicamente agotadoras. Según el deportista, el proceso combina aspectos tediosos con momentos de alta intensidad, lo que exige una resistencia mental similar a la de otros deportes de élite.
La vinculación con esta actividad le permite a Simmons explorar una faceta personal que requiere disciplina y paciencia, cualidades que considera transferibles a su proceso de rehabilitación actual. La naturaleza estratégica de la pesca deportiva ofrece un entorno competitivo diferente mientras el jugador gestiona los tiempos de espera necesarios para su plena recuperación física.
Estado actual y proyecciones en la NBA
A pesar de su compromiso con el equipo South Florida Sails, el objetivo primordial de Ben Simmons sigue siendo retomar su carrera en la NBA. Desde que fue la primera elección del draft en 2016 por los Philadelphia 76ers, su trayectoria ha estado condicionada por periodos de inactividad debido a diversas lesiones. En su historial profesional acumula promedios de 13.1 puntos, 7.4 rebotes y 7.2 asistencias en 383 partidos disputados entre los 76ers, los Brooklyn Nets y Los Angeles Clippers.
Durante su última etapa con el equipo de Los Ángeles, su rendimiento se vio limitado por problemas persistentes en la espalda, registrando promedios de 2.9 puntos y 3.8 rebotes por encuentro. No obstante, el jugador mantiene actualmente una rutina de entrenamiento de seis días por semana que integra prácticas de baloncesto con ejercicios de fuerza y programas de rehabilitación específicos. La meta establecida por su equipo de trabajo es alcanzar una condición física óptima para el periodo cercano al receso del Juego de las Estrellas, momento en el que espera estar en condiciones de firmar con una nueva franquicia.
Compromiso con el rendimiento competitivo
Simmons ha manifestado que su intención no es simplemente ocupar un espacio en una plantilla de la liga, sino volver a competir en un nivel que le permita ser un factor determinante en el juego. El jugador sostiene que, aunque podría integrarse a un esquema táctico en la actualidad, prefiere esperar hasta recuperar la forma física que le permita desempeñarse de acuerdo con sus propios estándares de calidad.
El proceso de regreso se fundamenta en la continuidad de su progreso médico y en la capacidad de mantener la intensidad en sus sesiones de entrenamiento privadas. Mientras se define su futuro contractual en el baloncesto profesional, su participación en el circuito de pesca funciona como un complemento en su formación como gestor deportivo y como un escape productivo durante su alejamiento temporal de los estadios.
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