En una noche electrizante en Las Vegas, los Milwaukee Bucks se alzaron como campeones de la segunda edición de la NBA Cup, derrotando al Oklahoma City Thunder con un marcador de 97-81 y con un Giannis Antetokounmpo en plan estelar.
Este logro los coloca junto a Los Ángeles Lakers como los primeros ganadores del innovador torneo de la NBA, consolidando su dominio con una trayectoria invicta, al igual que los púrpura y dorado en la primera edición.
El partido, cargado de emociones desde el inicio, tuvo como gran protagonista a Giannis. El astro griego brilló con una espectacular triple cifra: 26 puntos, 19 rebotes y 10 asistencias. Esta actuación de triple-doble en la final le valió el título de MVP del partido.
Damian Lillard también jugó un papel crucial, liderando la ofensiva con 32 puntos y una destacada eficacia desde el triple, encestando cinco de sus 10 intentos, igualando la producción total de triples del Thunder.
Además, curiosamente, fue la segunda NBA Cup para Darvin Ham, hoy entrenador asistente de Doc Rivers en Milwaukee Bucks, pero quien el año pasado comandaba a los Lakers.
Milwaukee Bucks, una muralla para OKC
El Oklahoma City Thunder llegó a la final con méritos defensivos notables, incluyendo más robos de balón que pérdidas (304/209 antes de la final). Sin embargo, su defensa no fue suficiente para contener a Giannis ni a Lillard, y su ofensiva se desplomó en el momento crucial.
Shai Gilgeous-Alexander, la estrella del Thunder, fue neutralizado por la sofocante defensa de los Bucks. Aunque inició el partido con 10 puntos en el primer cuarto, se quedó en blanco en el segundo y solo logró sumar 21 puntos al final del encuentro. Jalen Williams, habitualmente su principal apoyo, tampoco pudo marcar la diferencia.
Giannis blocking everything! pic.twitter.com/FSZ2Gq8qJ1
— Milwaukee Bucks (@Bucks) December 18, 2024
El tiro exterior fue otro factor decisivo. El Thunder, dependiente de su efectividad desde la zona de tres, tuvo una noche para el olvido con apenas un 15.6% de acierto en triples (5 de 32). La defensa de Milwaukee no solo dificultó los lanzamientos, sino que también limitó el movimiento de balón de OKC, permitiéndoles apenas 13 asistencias en todo el partido.
Bucks ganan, a pesar de la ausencia de Middleton
A pesar de no contar con Khris Middleton (baja por enfermedad), los Bucks demostraron la profundidad de su plantilla y su capacidad para adaptarse a cualquier desafío. Su desempeño en la final fue una declaración de intenciones para el resto de la liga, mostrando que su juego no depende de una sola pieza.
Con esta victoria, Milwaukee no solo se lleva el trofeo de la NBA Cup, sino también reafirma su estatus como uno de los equipos más completos y peligrosos de la NBA, actualmente con marca de 14-11. Además, el futuro promete más emociones en esta NBA Cup, que ya se está ganando un lugar especial en el corazón de los aficionados al baloncesto.
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