El regreso de Lonzo Ball a la NBA, tras un largo proceso de recuperación, ha sido tan sorprendente como esperanzador. Después de 1.006 días alejado de las canchas, el base de los Chicago Bulls volvió a pisar el tabloncillo, anotando 10 puntos en su reaparición frente a los Minnesota Timberwolves.
No solo fue un partido, fue un símbolo de su resiliencia y tenacidad, que lo llevaron a superar tres cirugías en su rodilla izquierda, incluido un raro trasplante doble de cartílago en marzo de 2023. Es volver desde las cenizas como el fénix.
La atmósfera en el United Center estaba cargada de emoción. La multitud ovacionó de pie a Ball cuando se registró para su primer partido desde el 14 de enero de 2022. Conmovido, Lonzo levantó las manos y se tocó el corazón, mostrando su gratitud a los aficionados antes de volver a competir tras más de dos años y medio.
A pesar de estar limitado a solo 15 minutos de juego, Lonzo Ball logró dejar su huella en el encuentro. Anotó 10 puntos con 4 de 6 tiros, mostrando que no había perdido su toque en la victoria de pretemporada de los Bulls contra los Timberwolves.
«Me sentí mucho mejor jugando que mirando. Ni siquiera podía expresar con palabras cómo me sentí estando allí… Definitivamente fue un momento que nunca olvidaré«, «dijo Ball después del juego.
La recuperación de Lonzo Ball
La travesía de Lonzo Ball para regresar a las canchas no fue sencilla. Desde su último partido, ha pasado por tres procedimientos artroscópicos en su rodilla izquierda. La recuperación, especialmente tras el trasplante doble de cartílago, le tomó más tiempo del que cualquier atleta desearía.
«Fue un proceso largo, realmente largo. Pero mirando hacia atrás, fue más rápido de lo que pensaba«.
Aunque sabía que no volvería a ser el mismo jugador que era antes de su lesión, Ball se mostró optimista: «No es el mismo cuerpo con el que empecé. Pero creo que todavía puedo ser productivo y efectivo en la cancha. Por eso sigo tratando de jugar«.
Desde el primer momento, Lonzo demostró que aún tiene mucho que ofrecer. Su primer tiro fue un triple desde la esquina, que celebró levantando tres dedos al correr por la cancha. En defensa, robó el balón a Julius Randle y se lanzó al banquillo para evitar que la pelota saliera de los límites, mostrando el nivel de intensidad y entrega que lo caracteriza.
La clave: su mentalidad
Durante su primera temporada con los Bulls en 2021-22, Lonzo Ball promedió 13 puntos, 5.4 rebotes y 5.1 asistencias en 35 partidos, destacando por su versatilidad. En su regreso, volvió a demostrar que puede hacer un poco de todo: registró un bloqueo, un robo, una asistencia y un rebote.
Uno de los aspectos más positivos de su retorno fue que, durante el partido, Ball no pensó en su rodilla, algo que reconoció el entrenador Billy Donovan: «Pensé que se veía genial. Hace muchas cosas en el juego que no dependen de su rodilla o su cuerpo, usa mucho su inteligencia«.
A pesar de la alegría de volver a jugar, tanto Ball como los Bulls son conscientes de que su rodilla necesita un seguimiento cuidadoso. Donovan aseguró que monitorizarán cómo responde su cuerpo tras el partido.
«Necesita jugar«, subrayó Donovan, quien sabe que el ritmo de la NBA requiere que los jugadores estén constantemente en acción. Ball, que cumplirá 27 años a finales de mes, también reconoció que la administración de su carga de trabajo será crucial a lo largo de la temporada: «Cada día será un desafío diferente«.
El camino no ha sido fácil, pero si algo ha demostrado Lonzo Ball, es que está preparado para resurgir y, al igual que el ave fénix, hacerlo más fuerte que nunca: «Creo que es la creencia en mí mismo, saber lo que estaba sintiendo, saber que estaba en una buena edad para recuperarme. Simplemente confío en los médicos y la gente que me rodea«.
También te puede interesar: MLB: Dodgers toma ventaja en la NLCS a fuerza de batazos
Leave a Comment