Rose sorprendió en sus primeras tres temporadas en la NBA, ganando el Novato del Año y el MVP.

Se nos salen las lágrimas a los fanáticos del baloncesto cuando recordamos las primeras tres temporadas de un joven Derrick Rose. Nacido en Chicago, primer pick del draft de 2008 y elegido precisamente por los Bulls., franquicia en la que el premio a Novato del Año, un Jugador Más Valioso, el más joven en ganarlo en su momento, y tres llamados al Juego de Estrellas.

Eligió el dorsal 1, llamado a ser como el recordado 23, Michael Jordan. Pero las lesiones, o más bien una lesión en particular, acabó con lo que proyectaba la carrera de D-Rose.

Después de 16 años en la NBA, Derrick Rose ha decidido colgar las zapatillas. Con 35 años anunció su retiro, cerrando una carrera que dejó momentos brillantes y una historia marcada por las lesiones.

«Siento paz con mi decisión, sabiendo que lo di todo en la cancha. El baloncesto fue solo una etapa en mi vida. Ahora es momento de dar lo mejor de mí a mi familia, se lo merecen», comentó Rose en una entrevista con ESPN.

Además de comunicarlo a través de las redes sociales, Rose compartió su despedida de manera más íntima. Publicó anuncios de página completa en los periódicos locales de las seis ciudades donde jugó a lo largo de su carrera: Chicago, Nueva York, Cleveland, Minneapolis, Detroit y Memphis, expresando su gratitud a cada una de las bases de fanáticos que lo apoyaron a lo largo de los años.

El ascenso de una estrella

Rose irrumpió en la NBA en 2008, como la primera selección del draft, siendo elegido por los Chicago Bulls, el equipo de su ciudad natal. Con 1.90 metros de altura y una velocidad explosiva, se estableció rápidamente como una de las mayores promesas de la liga.

En su temporada de debut, Rose fue nombrado Novato del Año (2008-09) y participó en tres Juegos de las Estrellas consecutivos. Pero el punto más alto de su carrera llegó en la temporada 2010-11, cuando a los 22 años se convirtió en el jugador más joven en la historia en ser nombrado MVP de la NBA.

Durante esa campaña, promedió 25 puntos y 7.7 asistencias por partido, llevando a los Bulls a un impresionante récord de 62-20, el mejor de la liga. Su liderazgo llevó al equipo a las finales de la Conferencia Este, consolidándolo como uno de los bases más dominantes de la época.

Derrick Rose
Derrick Rose #1 of the Chicago Bulls accepts the Maurice Podoloff Trophy awarded to the NBA Most Valuable Player from Commissoner David Stern before taking on the Atlanta Hawks in Game Two of the Eastern Conference Semifinals in the 2011 NBA Playoffs at the United Center on May 4, 2011 in Chicago, Illinois. (Photo by Jonathan Daniel/Getty Images)

La caída inesperada de Derrick Rose

Sin embargo, el futuro brillante de Rose se vio interrumpido durante los Playoffs de 2012, cuando sufrió una devastadora lesión: la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Este evento marcó un antes y un después en su carrera, ya que le costó perderse toda la temporada 2012-13.

Aunque intentó volver al siguiente año, una nueva lesión lo limitó a solo 10 partidos en la temporada 2013-14.

El tiempo de Rose con los Chicago Bulls terminó en 2016, cuando fue traspasado a los New York Knicks. A partir de ese momento, su carrera tomó un nuevo rumbo. Aunque continuó mostrando destellos de su talento, las constantes lesiones impidieron que recuperara su nivel máximo.

Durante sus años finales, pasó por diferentes equipos, siendo un jugador que aportaba de manera intermitente, pero sin poder recuperar el protagonismo de sus primeros años.

Derrick Rose
(Photo by Carmen Mandato/Getty Images)

El legado de Derrick Rose

A pesar de las lesiones, Rose dejó una marca en la NBA. Promedió 17.4 puntos y 5.2 asistencias a lo largo de sus 723 partidos en la liga, 518 de ellos como titular. Su último paso fue con los Memphis Grizzlies, ciudad donde previamente había brillado en su etapa universitaria, llevando al equipo de la Universidad de Memphis al juego del campeonato nacional en 2008.

Aunque solo jugó 24 partidos en su temporada final con los Grizzlies, la relación entre Rose y el baloncesto siempre será recordada. A pesar de no haber alcanzado el estatus de leyenda como Michael Jordan, Rose deja un legado de lucha, perseverancia y entrega.

Su retiro pone fin a una carrera llena de momentos electrizantes, pero también de una constante batalla contra las lesiones. Hoy, Derrick Rose se despide del deporte que lo vio brillar, pero su historia seguirá siendo contada como la de un jugador que siempre dio todo, dentro y fuera de la cancha.

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Guy Acurero - @guy_acurero

Web manager de Hispanic Sports Media, SEO Specialist y futbolero. Con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación.

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