Como la noche y el día, como el verano y el invierno. El Barça de estos primeros compases de Liga es totalmente antagónico al de la pasada temporada. Pocos refuerzos pero nuevo técnico, un equipo con mucha más actitud, más hambre, y, porqué no decirlo, con otro espíritu tanto en los partidos como en los entrenos.

El Barcelona llegaba a principio de temporada con la locura habitual de despachos durante los últimos años en Can Barça, jugadores fichados que aún estaban por inscribir, malabares con los números para cuadrar cuentas, búsqueda estresante de clubes en los que «colocar» jugadores que regresaban de cesiones y un largo etcétera.

Pero en el banquillo había habido un cambio, tras la marcha de Xavi Hernández llegó un Hansi Flick, con buen bagaje a las espaldas y un perfil más bajo a nivel de prensa que el del catalán. Pero tiene clara la forma en la que deben jugar y más se pueden optimizar las características de sus jugadores… Y por encima de todo, ha realizado una puesta a punto física de la plantilla más que óptima. El Barça, vuela, marca el timing de los partidos y de momento, el de La Liga.

Juego diametralmente distinto con casi la misma plantilla en pocos meses

Pocas han sido las incorporaciones del actual Barça, una muy grande sin duda cabe, la de Dani Olmo, un jugador que aporta en juego, goles y capacidad de hacer jugar mejor a los compañeros. Pero el resto ha sido nuevos talentos de La Masía como ya viene siendo costumbre, y que tan buenísimo resultado le están dando al Barça y a la Selección. Este año son Pau Víctor y Marc Bernal los que han entrado al primer equipo culé. También ha regresado Eric García, tras su exitosa cesión en Girona.

Con tan poca novedad, el Barça parece otro equipo enteramente distinto en el aspecto físico, táctico y psicológico. La carga de entreno y metodología ha hecho que los futbolistas estén en un momento óptimo, y eso, se ve en los partidos. Algo que combina genuinamente con el desempeño táctico y técnico. El equipo culé lleva la manija de los partidos y siempre con posesiones con sentido, al ataque, buscando la productividad y no sólo tener la pelota. Esas posesiones además tienen una mayor velocidad en el desplazamiento de balón. Defensivamente el equipo también ha mejorado, con una mayor implicación de todos y menos errores defensivos. Algo que el año pasado costó muchos puntos y además, con algunos fallos bochornosos.

La plantilla también transmite una mayor positividad y carácter, algo que siempre ayuda a que todos estén dando, sino su mejor versión, al menos una de notable flirteando con el sobresaliente.

Unos números de vértigo para el líder de La Liga

Como no podía ser de otra manera, esto se ha visto reflejado en los resultados, y es que, el Barcelona es líder de La Liga en solitario con pleno de victorias y cuatro puntos por delante del Real Madrid. Ter Stegen sólo ha encajado tres goles y en colectivo blaugrana lleva trece dianas, con una media de algo más de tres goles por partido.

Casi un 67% de posesión de media en los cuatro encuentros disputados de Liga sumado al resto de números dice mucho de cómo ha comenzado La Liga este Barça. Y por supuesto hay que destacar lo no numérico, lo no computable, como hemos citado antes… Esa actitud, el nivel físico, el juego y esas sensaciones que transmite el equipo.

Lamine Yamal, Dani Olmo, Lewandowski, Rapinha, Pedri, Ter Stegen, Balde, Kounde, Fermin… Todos a un altísimo nivel. Flick además está a la espera de las incorporaciones de dos grandes bazas que están aún sin el alta médica como son Gabi y De Jong.

El entrenador germano tendrá que calibrar muy bien el físico de los jugadores para mantenerlos a un nivel, al menos, similar al de ahora si quiere pelear Liga o Champions. Los jóvenes siguen siendo el puntal de un Barça al que le queda sin duda, mucho recorrido, en esta temporada y en próximas.

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Daniel Guillén Pérez - @DaniGuillen23

Redactor digital especializado en deportes, más concretamente en automovilismo, fútbol y ciclismo.

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