Desde aquel 16 de mayo en Gotemburgo, cuando el FC Barcelona se hizo con su primera Champions League Femenina, la hegemonía de las culés en Europa ha dado la vuelta al mundo, poniendo a la vista lo que todo equipo de fútbol femenino debería ser.
Y no solo por sus títulos, no solo por lograr en 5 años alzar 3 Champions League, dominar España, tener a las mejores jugadoras del mundo, o ser el mejor equipo del mundo.
Se trata de algo más, se trata de creer en una idea y hacerla realidad, de inspirar, del nivel de competitividad que todos los equipos deberían tener, desde el cuerpo técnico hasta las jugadoras, desde adentro del club hacia el fútbol femenino.
El Barcelona Femení lo volvió a hacer. Se volvió a superar, y eso también es lo que inspira al mundo. De levantar la primer orejona en Gotemburgo, a caer en Turín contra las octacampeonas, el Olympique Lyon.
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Pareciera que el destino estaba arreglado para la gloria, porque sí, alzaron su segunda Champions una temporada más tarde, pero la verdadera gran victoria volvió en Bilbao, para desquitarse y consolidarse como el mejor equipo del mundo.
¿Qué cambió este año para el FC Barcelona Femení?
La experiencia es la clave. El dominio de las culés es innegable en todos estos años, pero el punto diferenciador en Turín 2022, fue una mezcla de superioridad física del Lyon, individuales que marcaron diferencia, un equipo blaugrana con bajas y un nivel físico que no alcanzaba a tocar los pies de las lionesas.
En ese entonces, las lesiones fueron un gran obstaculo para el conjunto azulgrana y jugadoras como Caroline Graham, Lieke Martens, Jenni Hermoso, Oshoala y Mariona, no estaban en su mejor momento físico.
Ahora bien, algo cambió después de ese final. Físicamente, el trabajo colectivo de los preparadores que trabajan para Jonathan Giráldez fue y es indispensable. Sumado a la inteligente distribución de minutos.
La histórica remontada vs Wolfsburgo en la final de 2023, dejó claro que la mentalidad de las jugadoras evolucionó, con un hambre de victoria extraordinaria.
Este año las culés tenían todo de su lado, la base de España campeona del mundo, líderes dentro y fuera de la cancha, en condiciones físicas óptimas. Pero tenían la voracidad necesaria para enfrentarse a cualquiera, incluso al equipo al que nunca pudo vencer.
¿Por qué el FC Barcelona es el ejemplo?
Si nos quedamos en España, la respuesta podría ser evidente, si sólo partimos de que el club se tomó en serio al equipo femenino y profesionalizó el primer equipo en 2015, ya tendríamos una respuesta sencilla.
El club azulgrana fue pionero en España ofreciendo contratos laborales a las futbolistas, en contratar personal especializado para el equipo femenino y en cambiar jornadas de entrenamiento –que antes eran de solo dos horas por las tardes– a jornadas de casi 7 horas por día, incluyendo todas las actividades que requieren las futbolistas profesionales.
Barca Femení, con un equipo base de la España campeona del mundo, que miles de niñas y niños admiran, ha generado una revolución en el fútbol, y los números dentro del club son una evidencia de ello.
Según el diario The Times, desde 2022 el club ha triplicado el dinero que recauda a través de patrocinios, merchandising y venta de entradas. Actualmente gana 8,5 millones de dólares por temporada sólo de sus patrocinadores.
Llenan los estadios, acercan más chicas al fútbol en la ciudad y son ídolas para miles de fanáticos. Por esta razón, actualmente, Cataluña es la capital del fútbol femenino y Barcelona, el modelo a seguir.
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