Con actuaciones estelares de Luka Doncic y Kyrie Irving, quienes anotaron 33 puntos cada uno, los Dallas Mavericks se impusieron 116-107 a los Minnesota Timberwolves la noche del domingo, poniendo la serie 3-0 en las finales de la Conferencia Oeste.
Los Mavericks cerraron el partido con una racha de 12-3, asegurando su quinta victoria consecutiva en los Playoffs. Esta racha comenzó después de que el pívot novato Dereck Lively II se retirara del juego debido a una lesión en el cuello, provocada por un golpe accidental de la rodilla de Karl-Anthony Towns.
Históricamente, ningún equipo en la postemporada de la NBA ha logrado remontar una desventaja de 0-3. El crucial Juego 4 entre los Timberwolves y los Mavericks se llevará a cabo el martes en el American Airlines Center.
Doncic, el hombre clave
La racha decisiva comenzó con un triple desde la esquina de P.J. Washington, gracias a una asistencia de Kyrie Irving tras recibir el balón de Luka Doncic. Este fue el punto de inflexión que permitió a las estrellas de Dallas tomar el control del partido.
Doncic amplió la ventaja con tiros libres cruciales, mientras que Irving emocionó a la multitud con un tiro en salto. Posteriormente, Doncic asistió a Daniel Gafford para una volcada alley-oop que puso el marcador 113-105 con solo 34 segundos restantes. En el extremo opuesto, Gafford bloqueó un intento de bandeja de Mike Conley, asegurando la victoria para Dallas.
Luka Doncic finalizó con 10 de 20 en tiros de campo y 5 de 11 en triples, mientras que Irving logró un 12 de 20 en tiros de campo y 3 de 6 en triples..
Por los Wolves, Anthony Edwards lideró con 26 puntos, aunque solo anotó cuatro puntos después de un estallido de ocho puntos consecutivos en el tercer cuarto. Karl-Anthony Towns sumó 14 puntos, pero tuvo una noche decepcionante desde la línea de tres puntos, fallando en sus ocho intentos, incluyendo uno crucial cuando Minnesota estaba a cuatro puntos con 1:25 por jugar.
Estos números fueron vitales para que los Mavericks se acercaran a una victoria que los llevaría a su primera aparición en las Finales de la NBA desde 2011, cuando ganaron el único campeonato de la franquicia.
Minnesota está ahora obligado a ganar el Juego 4 para mantener viva su esperanza de avanzar, después de una temporada regular prometedora y una sorpresiva victoria sobre los Denver Nuggets en la primera ronda.
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