Ambos equipos llegaban a su encuentro en Balaidos con algo más que urgencias. Un Celta de Vigo que sólo se salva de la pelea del descenso por la desastrosa trayectoria de Granada, Almería y Cádiz. Por otra parte, un Barcelona eliminado de Copa del Rey, sin opciones en Liga y con unos octavos de Champions en el horizonte. Una eliminatoria a la que llega como ese mal estudiante que ha superado exámenes parciales por los pelos pero que no ha estudiado lo que debía y que probablemente, caiga.
El encuentro empezaba con un Barcelona titubeante y con un Celta de Vigo que apretó la salida de balón de los blaugrana en el primer cuarto de hora de encuentro. Pero rápido se desinfló el globo gallego. Poco a poco las tendencias cambiaron y fue el Barça quien tomó el control del partido y empezó a meter al Celta en su área. Además, con un juego pausado y sin ritmo, lo que necesitan antes de la Champions.
Las ocasiones empezaban a llegar. Lamine Yamal ofreció algunos remates y era el más incisivo. Cancelo y Vitor Roque tuvieron un par de ocasiones. El gol blaugrana estaba al caer y lo hizo en forma de asistencia de Yamal a Lewandowski que fulminó a Guaita con un gol de los que marcaba antes el polaco. Así finalizaba el primer tiempo.
La segunda parte le dio al Barça el clásico cubo de agua fría que le suele caer encima este año. Nada más empezar el segundo tiempo el Celta de Vigo ponía el empate en el marcador. Gran combinación de los vigueses que culminó con asistencia de Mingueza y gol de Iago Aspas, no sin antes, tocar en un pie de Kounde, que sigue así su desastrosa temporada.
Con el empate, el partido se abrió y cogió ritmo, las ocasiones se fueron alternando entre ambos equipos y todas ellas dejando claras las lagunas defensivas de los dos. Tanto Celta como Barcelona tuvieron algunas ocasiones bastante claras pero no convirtieron. El Barça inyectó dominio en el centro del campo con los cambios, pero a pesar de todo, no fructificaba en en otro gol.
Cuando el partido apuntaba a un nuevo traspié de los catalanes, el árbitro pitaba un claro penalti sobre Lamine Yamal, que ha sido el más brillante del Barça hoy. Lewandowski fallaba por gran parada de Guaita, pero el portero de los celestes se había adelantado en el lanzamiento que tuvo que repetirse. En la repetición, Lewi no falló y puso por delante al Barcelona. Así acababa el encuentro, con un Barça ganando sobre la bocina y siguiendo como ese mal estudiante que va sacando los exámenes sin brillar.
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