La historia de los hermanos Jason y Travis Kelce es la más conmovedora que rodea al Super Bowl LVII. Un duelo por el campeonato de la NFL en el que, si bien seguirán unidos por la sangre, serán rivales por el trofeo Vince Lombardi.
Este domingo 12 de febrero a las 8:30 pm (hora del Este de los Estados Unidos), los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs se medirán en el State Farm Stadium en Glendale, Arizona, en una nueva edición del Super Bowl, el primero que tendrá a dos hermanos enfrentándose.
Jason Kelce (35) es el mayor, un centro con 12 años en la liga, siempre en los Eagles, con seis llamados al Pro Bowl y quien estuvo en el equipo cuando ganó el Super Bowl LII, el primero de la franquicia.
Por su parte, Travis Kelce (33) también tiene un rol en la línea ofensiva de los Chiefs, pero mucho más protagónico. El ala cerrada también tiene en su haber un anillo de campeón tras el triunfo de KC en el Super Bowl LIV y en la edición posterior (LV) también dijo presente, pero en ella cayeron contra los Tampa Bay Buccaneers.
El Super Bowl LVII es una «pesadilla» para sus padres
Todo debería ser alegría en la familia Kelce. El apellido ha estado presente en el superdomingo en tres de las últimas seis ocasiones. Pero doña Donna, la madre de Jason y Travis, está viviendo un sueño y, a la vez, una pesadilla.
De hecho, para la progenitora de los Kelce, los dos son malos perdedores: “Es el sueño y la pesadilla de toda madre, porque uno de los dos va a perder, y ninguno es muy buen perdedor”.
Los padres de Jason y Travis no vienen del fútbol americano como otros grandes jugadores. Ed Kelce, el papá, se dedicó al sector del acero, mientras que Donna trabajó en banca. Los exitosos Kelce fuero ncriados en Cleveland Heights, Ohio, y ambos fueron a la Universidad de Cincinnati.
“Estoy feliz de que ambos juegan a la ofensiva porque al menos eso me garantiza que no se pelearán en pleno partido«, dijo el señor Ed.
Tanto Jason como Travis saben que vivirán un momento único en la historia de su familia y de la NFL. El TE de Kansas City Chiefs tiene claro que «su mamá no puede perder», pero solo uno de los hermanos levantará el domingo el trofeo Lombardi. Ya tendrán tiempo de lavar la ropa sucia en casa.
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