El uruguayo Diego Forlán, en el mundial de Sudáfrica 2010, no solo dio unas de las mejores actuaciones individuales jamás vistas sino también fue el jugador que amaestró y dominó a unio de los balones de los mundiales más criticados por los protagonistas: el Jabulani.

Esto le permitió al uruguayo conseguir su mejor actuación con la selección Charrua, el premio al mejor jugador del torneo, mejor gol del Mundial y además estar en el 11 ideal de la competición.

Dicho balón fue perplejo para todos los jugadores, incluyendo para los porteros, por la incertidumbre de su recorrido después que era pateado. Julio Cesar, flamante arquero de Brasil para ese mundial se manifestó en contra del esférico «el balón es horrible. Se parece a uno de esos que compras en el supermercado».

¿Cómo Diego Forlán se volvió maestra de la Jabulani?

La clave, pudiera pensarse que es más compleja, pero es todo lo contrario, es simple: entrenamiento puro. Sí, la clave, de Forlán fue entrenar al menos 30 minutos después que terminaban sus prácticas con el Atletico de Madrid con la Jabulani.

Sebastián ‘loco’ Abreu, ex compañero de Selección de Forlán, comentó cómo Diego consiguió poder desenvolverse también con este balón en sus pies «Diego le pidió a Adidas, tres meses antes del Mundial, que le mandaran un Jabulani y así, una vez lo recibió, este se quedaba a practicar al menos 30 minutos después de cada práctica».

PORT ELIZABETH, SOUTH AFRICA – JULY 10: Diego Forlan of Uruguay celebrates scoring his team’s second goal during the 2010 FIFA World Cup South Africa Third Place Play-off match between Uruguay and Germany at The Nelson Mandela Bay Stadium on July 10, 2010 in Port Elizabeth, South Africa. (Photo by Joern Pollex/Getty Images)

El colectivo fue clave

Más allá del gran Mundial 2010 del Charrua, nada de esto pudo haberse logrado sin el esfuerzo de un equipo y un cuerpo técnico fundidos en uno. Edison Cavani, Luis Suárez y compañía volvieran a una semifinal de la Copa del Mundo.

La mano de Luis Suárez, en el último minuto ante Ghana, cuando todo pareció perdido, y posteriormente el fallo del penal por parte del conjunto africano, fue lo que permitió al conjunto Uruguayo enchufarse aún más como conjunto.

El sueño para Uruguay se acabó ante un Países Bajos con una gran calidad técnica y un gran presente de la mayoría de sus jugadores, sobre todo de Arjen Robben. En ese mismo partido Diego Forlán marcó un golazo desde fuera del área y fue después de ese momento donde se le certificó como el maestro de la Jabulani.

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Daniel Arismendi

Periodista. Relato y comentó en @lacasacatv fútbol y tenis. @eldanisports tanto en Twitter como en Instagram

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