El joven tenista consumó otra gesta en su corta carrera al vencer en tres sets a Novak Djokovic y avanzar a su segunda final de un Masters 1000, esta vez en el Mutua Madrid Open. Un partidazo de 3 horas y 35 minutos del mejor tenis del mundo en la Caja Mágica que se va a favor de Carlos Alcaraz.
Primero fue Nadal, ahora el reto era ganarle al número uno del mundo. Sin enfrentamientos previos contra Djokovic, el único antecedente era un entrenamiento a principios de esta semana. Ahí Carlos dijo que Nole «le dio una paliza».
Buen arranque del serbio
Al igual que contra Nadal, Alcaraz inició el partido con un break a favor, que lo confirmó en el segundo juego. Un despistado Djokovic iniciaba con dudas el partido. Pero pronto el serbio demostraría que ese comienzo fue una casualidad. Mejoró su nivel gracias a un resto efectivo desde el fondo de la cancha. Con varios puntos de break sin concretar, asomaba el líder del ranking.
En el octavo juego del primer set las cosas cambiarían. Nole finalmente quiebra y llega a enlazar tres juegos consecutivos para emparejar las acciones. Un parcial que se estiraría al máximo con un tie-break. La tensión se vivía al máximo en la cancha central.
Un desempate que Djokovic dominó de principio a fin, salvo un intento de remontada de Alcaraz. Al final el de Belgrado impuso su jerarquía y en una hora y tres minutos se llevó el primer set por 7-6.
Respuesta de Carlos Alcaraz
Ante la adversidad, Alcaraz buscó la forma de hacerle daño al serbio, pero Novak seguía sólido en su juego. Pasaban los juegos y ninguno conseguía quebrarle el servicio al otro. Todo apuntaba a que las acciones volverían a definirse en el tie-break. Pero Carlos tenía otros planes.
Con el 6-5 abajo, Djokovic necesitaba un buen saque para forzar el desempate. Pero por lo visto en el primer set, Alcaraz no quería pasar por ese escenario. Por eso presionó el saque del serbio y con dejadas oportunas, logró el único break del parcial y el más importante, el que le dio el set por 7-5 y llevó todo a una definición de infarto.
A todo o nada
Con todo lo que les quedaba. Así jugaron Djokovic y Alcaraz el set definitivo, aunque el español se veía con mejor resto físico. Seguía el intercambio constante de peloteos, dignos del mejor tenis del mundo. Ambos se rehusaban a ceder su juego, sin importante qué tan fuerte era la presión del rival. El reloj marcaba las tres horas de partido en lo que parecía más un ambiente de final que de semifinal.
Y porque el drama fue el principal elemento de este partido, tenía que terminar de forma dramática. 6-6 y un tie-break decidiría el finalista. Los gritos de «sí se puede, sí se puede» se escucharon fuerte y alto en las gradas. Alcaraz salió a jugarlo como si fue fuese para ganar el título, así como le decía su abuelo, «con cabeza, corazón y cojones».
Empezó con un mini quiebre y eso fue suficiente impulso para afrontar el resto del desempate. Cada punto a su favor provocaba el estallido en las gradas. Y así fue, punto a punto, hasta encontrarse con dos match points. Djokovic salvó uno, pero no se libró. Alcaraz sacó lo último que le quedaba en el tanque de gasolina y con un derechazo sentenció el partido, 7-6.
Alcaraz sabe que está preparado para jugar contra los mejores. «Te diría que sí. Yo creo que me siento preparado para competir contra ellos en todos los torneos y todas las superficies. Los mejores llevan tanto tiempo ganando Grand Slams y llegando a la ronda finales y yo siento que estoy preparado para eso».
Carlos Alcaraz sumó nuevos récords con esta victoria:
- Finalista más joven del Mutua Madrid Open (19 años y dos días). Supera a Nadal (19 años y cinco meses).
- Jugador más joven en vencer a Nadal y Djokovic en un torneo.
- Jugador más joven en derrotar a Nadal y Djokovic en un torneo de polvo de ladrillo.
Su rival saldrá del ganador entre Tsitsipas y Zverev
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