Antes de comenzar la doble fecha de Eliminatorias enero-febrero a Qatar 2022, José Néstor Pékerman, nuevo entrenador de la Vinotinto, advertía que el principal desafío era fortalecer la mentalidad de sus jugadores.

Más allá de la calidad técnica y la futbolística, el argentino hacía énfasis en la cabeza. Decía en ese momento Don José sobre el jugador venezolano en general:

“Sus características técnicas y físicas lo ponen en niveles muy aceptables para lo que es la competencia internacional. Eso lo conocemos y queremos incentivar mucho el tema de la mentalidad, para tener esa competitividad, para seguir pasos que han seguido otras selecciones que comenzaron este tipo de procesos y llegaron al éxito que tienen actualmente”.

Recalca el estratega argentino: “Ese es nuestro deseo, que podamos integrarnos y realizar este nuevo proyecto, donde avancemos en situaciones que, quizás, para algunos son nuevas, otros las realizan en sus equipos internacionales, para tener posibilidades en el próximo ciclo mundialista, para el Mundial de 2026”.

La Vinotinto
La Vinotinto

La mejor evaluación la tuvo Pékerman en sus dos primeros partidos. Ante la Bolivia de César Farías goleó 4-1 en Barinas, ante Uruguay en Montevideo cayó por el mismo marcador.

Imaginemos esto: llega un técnico de lujo, uno de los mejores de la historia de Sudamérica, y quieres mostrar lo mejor de ti para ganártelo. Estás en casa, en un estadio donde la euforia está a tope. Sales a comerte al rival, que por cierto tiene posibilidades de ir al Mundial, aunque sus jugadores pertenecen en su mayoría a su liga local. Anotas uno, dos goles. Te descuentan uno. Metes otro como respuesta, hasta llegar a cuatro.

Pum.

Es la gloria.

Ahora vamos a la otra cara de la moneda: llegas a uno de los escenarios más importantes no solo en la historia del continente, sino del mundo. Enfrentas a un equipo con tres de los jugadores más determinantes de Sudamérica en la última década, inspirado, peleando por su clasificación al mundial. Recibes un gol a los 46 segundos. Luego otro, y uno más al cierre del primer tiempo. Sufres la presión alta. Te devoraron.

Nocáut.

Esas fueron las dos realidades de Venezuela en las jornadas 15 y 16 de las Eliminatorias. Exactamente los mismos once jugadores, contra rivales en situaciones similares. Ojo, y Venezuela nunca pecó de exceso de confianza ante Uruguay, pero sí de desconcentración, además de problemas de marca en el lateral izquierdo y falta de creación, ahogada en la presión alta celeste.

Dr. Jekyll y Mr. Hyde en la Vinotinto

La muestra más clara de Dr. Jekyll y Mr. Hyde fue Óscar González. Cuidado, que como Darwin Machís, Rómulo Otero, Nahuel Ferraresi y otros más, tuvo una presentación excelsa ante Bolivia y fatal ante Uruguay. Pero resultó ser el más afectado en el partido en el Centenario.

González es el hombre que se adueñó del lateral izquierdo de Venezuela desde 2021, la solución a nuestros problemas en la zona. Fruto del fútbol local, pieza importante del Monagas SC, es un jugador de largas zancadas, que ofensivamente es un puñal y defensivamente, un guerrero.

Contra Bolivia dio una asistencia y se consolidó en su zona cortando balones. Una exhibición como pocas veces se ha visto en nuestra selección. Pero ante Uruguay terminó destrozado por un jovencísimo Facundo Pellistri, sin ayuda de sus compañeros (esto hay que reconocerlo, las marcaciones se hacen siempre con apoyo) y superado por la presión en los primeros 45 minutos.

Óscar González no pudo frenar a Facundo Pellistri en Montevideo
Óscar González no pudo frenar a Facundo Pellistri en Montevideo

González no perderá la confianza de Pékerman por ese partido en Montevideo, faltaba más. Pero el argentino sí tuvo que notar que tiene trabajo por hacer para fortalecer la mentalidad, para aumentar el sentido de competitividad. Y no solo la del esforzado futbolista oriental, sino de todo el grupo. Amén, claro, de los ajustes en el campo de juego.

Porque no olvidemos: el fútbol es un deporte de grupo. No hay salvadores individuales. Los tres goles de Salomón Rondón llegaron gracias a aquel González que luego sufrió ante Uruguay, a Ronald Hernández y a Rómulo Otero (también de flojo partido contra la Celeste).

Larga tarea tiene Don José con la Vinotinto. Desde un principio está enfocado en el Mundial de 2026: estos cuatro compromisos asumidos del camino a Qatar 2022 son para establecer su idea. Restan Argentina y Colombia en marzo, la primera clasificada e invicta en una treintena de partidos, la segunda peleando por avanzar al Mundial, en plena crisis de gol. Serán dos bonitas pruebas para cerrar la primera fase de Pékerman en Venezuela.

About the author

Kiko Perozo - @kikoperozo

Maracaibo, Venezuela (1984). Experiodista de @diariopanorama, excolaborador de @mundodeportivo, votante de Venezuela para el premio The Best - Fifa. Administrador de @lahistoria200 y @lgmundiales

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