Si al inicio de las Finales de Conferencia entre Hawks y Bucks alguien me decía que Atlanta iba a ganar un partido sin Trae Young por una diferencia de 22 puntos en el marcador, no le hubiera creído nunca en la vida. Esto fue un error de mi parte al no recordar que en el mundo de la NBA «nada es imposible». 110-88 fue el marcador final del juego 4 entre ambos equipos, el conjunto de Nate Mcmillan demostró que a pesar de la ausencia de su superestrella, la ofensiva del equipo podía seguir produciendo, incluso ser más fluida.

Juego con Trae Young

Trae Young es un jugador que necesita tener el balón constantemente para poder hacer valer sus cualidades ofensivas, el ataque de los Hawks se inicia (en su mayoría) desde la manos de Young, de hecho en temporada regular Trae fue el octavo jugador con más toques de balón por partido, promedió con 85.7 y el segundo jugador que más tiempo pasaba con el balón, con 8.8 segundos por posesión. https://www.nba.com/stats/players/touches/?sort=TOUCHES&dir=1&Season=2020-21&SeasonType=Regular%20Season

Estas estadísticas se potenciaron en post-temporada debido a que se juegan con más intensidad en defensa y esto aumenta el juego 1vs1, los toques de balón pasaron de 85.7 a 90.8 (cuarto promedio más alto de la liga en playoffs) y el tiempo se posesión aumentó de 8.8 a 9.7 (segundo promedio más alto de la liga en playoffs) que es una diferencia considerable.

Además tenemos que mencionar que el juego sin balón de Trae no es el mejor, en temporada regular solo el 7.7% de sus lanzamiento fueron desde el catch and shoot, un promedio de 1.4 intentos por partido. Tampoco es un jugador que abra líneas de pase con sus cortes al aro y no tiene un físico para poner bloqueos.

Podemos concluir que Trae Young es el amo y señor del ataque de los Hawks, es el jugador más influyente en ese costado de la cancha, pero también se tiende a perder en cancha cuando el balón no pasa por sus manos.

Mayor fluidez de juego sin Trae Young

Todos llegamos a pensar que la lesión de Trae Young iba a sentenciar el final de Atlanta en esta post-temporada, este pensamiento se deriva por lo siguiente «si tu mejor jugador en ofensiva no está, el equipo atacará peor».

Cuando no tienes disponible al jugador que desde su juego es quién genera casi todos los espacios en cancha, tienes que recurrir a la rotación del balón para poder seguir teniendo esos espacios y eso fue lo que hicieron los Hawks ayer.

En el partido de ayer Atlanta dio un total de 293 pases (máxima cantidad en lo que va de serie para el equipo), de los cuales el 70% fueron de los cinco jugadores titulares. Kevin Huerter, Bogdan Bogdanovic y Lou Williams tuvieron (lógicamente) más toques de balón con respecto a los tres partidos anteriores. https://www.nba.com/game/mil-vs-atl-0042000304/box-score

De hecho por primera vez en la serie seis jugadores de los Hawks terminaron con más de 10 puntos.

Sustituir a Trae Young es imposible por lo que aporta, pero sí existe una fórmula para generar los espacios que suele crear Young ante su ausencia, la respuesta es «Rotar el balón».

Esta fue la estrategia que los Hawks utilizaron para seguir teniendo ocasiones claras de generar puntos, este equipo tiene cuatro jugadores que son capaces de generar ofensivas por sus propios medios, es el caso de Bogdan Bogdanovic, Kevin Huerter, Lou Williams y Danilo Gallinari. De hecho ellos cuatro se combinaron para 60 puntos..

Cuando estos cuatro jugadores tienen un mayor contacto con el balón (ante la obligación de crear los espacios) y se les abre la oportunidad para atacar al aro, empiezan a entrar en ritmo, lo que le da más fluidez al equipo en ofensiva.

Defensa de Milwaukee

Mike Budenholzer diseñó un sistema defensivo para anular a Trae Young que se basaba en los siguente:

https://www.instagram.com/reel/CQovHoDjOY7/?utm_source=ig_web_copy_link

La defensa de los Bucks también se tuvo que adaptar a la movilidad que le proponía Atlanta cada vez que tenía el balón, con Young ellos centraban casi toda tu atención en defenderlo sabiendo que si lograban detenerlo iban a tener controlado el 70% de la ofensiva rival.

Para defender a un equipo que rota tanto el balón son necesarias las ayudas defensivas y el rotar constantemente hacia el hombre libre, Milwaukee no se pudo adaptar a esto y lo terminó sufriendo.

Lo más temibles es que estos Atlanta Hawks dieron una muestra de carácter el día de ayer al ganar sin su superestrella. Tendremos que esperar si Trae Young vuelve para el quinto partido, pero estoy seguro que Nate McMillan está muy feliz por el desempeño que tuvo su equipo en el partido de anoche.

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Eduardo Vidal

Analista deportivo especializado en fútbol, baloncesto y fútbol americano

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