El Sevilla Fútbol Club venció este miércoles al F.C. Barcelona y se quedó con el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey.
Un Sevilla bien parado
El equipo dirigido por el español Julen Lopetegui consiguió sacar un resultado positivo en casa y venció con marcador de 2 x 0 al Barca de Ronald Koeman.
El plantel andaluz se mostró firme en el campo, con ideas y un planteamiento bastante claro. Por esta razón, el elenco ha sido víctima de halagos post-partido.
Aun cuando fue el equipo de la ciudad de Barcelona quien tuvo mayor posesión de la pelota (54% frente a 46% del Sevilla), los locales tuvieron la batuta durante gran parte del compromiso.
El pie fuerte y la firmeza en las entradas fueron el lema de los sevillistas durante todo el partido, cortar el juego del barca era primordial y en las estadísticas se vio reflejado: 16 faltas y tres cartulinas amarillas durante los 94 minutos de partido.
Un gol de ensueño y ley del ex
El primer gol del compromiso llegó al minuto 25 del primer tiempo: el defensor central Jules Koundé se vistió de Messi y anotó el gol de su vida. Se coló en el área y definió ante Ter Stegen luego de tirarle un caño a Samuel Umtiti, que tuvo una noche para el olvido.
En el ocaso de un segundo tiempo en el que Messi y compañía intentaron batir el arco de Bono en reiteradas ocasiones sin lograr su cometido, apareció el croata Ivan Rakitic para sentenciar las acciones y hacer cumplir la ley del ex.
En el minuto 85 el ex-azulgrana entró al área sin marca y ante la solitaria salida del portero alemán, definió por encima. Por motivos de respeto a su ex equipo, el jugador no celebró el tanto que ampliaba la ventaja del local en el Sánchez Pizjuán.
El Sevilla golpeó primero y tomó ventaja sobre un barca que no termina de afianzarse y que se mostró endeble defensivamente.
Todo se definirá el próximo 3 de marzo cuando el equipo blaugrana busque darle vuelta a la serie en el Camp Nou.
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