Luego de varias semanas de complicaciones de salud, murió Alejandro Sabella. El DT subcampeón mundial con Argentina en Brasil 2014 falleció a los 66 años.
Respetado por su sencillez y su capacidad pedagógica para transmitir el fútbol, el fútbol lamenta la partida del maestro.
Un diez clásico
Alejandro Sabella nació en Buenos Aires el 5 de noviembre de 1954. Como jugador destacó como mediocampista, un diez clásico. Surgió de River Plate, con el que alcanzó los Metropolitanos de 1975 y 1977, y el Nacional de 1975, para pasar posteriormente al Sheffield United y Leeds United de Inglaterra.
Con Estudiantes de La Plata vivió sus mejores momentos, con Carlos Salvador Bilardo como DT. Ganaron el torneo Metropolitano de 1982 y el Nacional de 1983.
Destacó también en el Gremio de Brasil, para cerrar su carrera en Ferrocarril Oeste e Irapuato de México.
Su carrera como entrenador
Fue como entrenador que logró la consagración. En 2009 asumió la conducción de su amado Estudiantes de La Plata, alcanzando la Copa Libertadores de ese año. También alzó el Apertura 2010.
De allí dio el salto a la selección argentina: llevó a la Albiceleste a la final del Mundial de Brasil 2014, donde cayó 1-0 ante Alemania.
Aunque dejó de dirigir, se mantuvo cercano al fútbol y a su amado Estudiantes. La salud le afectó mucho, luchando contra el cáncer en los últimos años de su vida.
Fue internado el 25 de noviembre pasado, luego de conocer el fallecimiento de Diego Armando Maradona. No pudo superar el episodio, falleciendo la tarde de este martes, 8 de diciembre de 2020.
“La búsqueda del conocimiento es una actitud permanente de humildad, sacrificio, lucha, estudio”, apuntó durante un evento en la Universidad Nacional de La Plata. “Tiene, como las monedas, dos caras: el estudiar y el aprender. El alumno del maestro y el maestro del alumno”.
Reacciones a la muerte de Alejandro Sabella
Tras su muerte, sus antiguos dirigidos emitieron sus condolencias. Javier Mascherano fue uno de los más sentidos: “Gracias a la vida por haberte cruzado en mi camino. Vuela alto, Maestro”.
“Hasta pronto, profesor”, escribió Marcos Rojo. “Gracias por todo lo que me ayudó y me enseñó a lo largo de mi vida, de mi carrera (…) Lo voy a extrañar muchísimo”.
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