Nunca en la historia del boxeo se había anticipado una pelea como esta. “The Thrilla in Manila” marco a una generación completa, ya sea por su extravagante ubicación, por su tremenda brutalidad, o simplemente por ser Ali vs Frazier. El primer encuentro fue algo inesperado, en 1971 “Smoking” Joe Frazier sorprendería al mundo con su dureza dentro del ring, un boxeador con una tremenda visión para castigar las partes blandas. Gracias a la diferencia de estatura, Frazier utilizaría esto a su favor para derrotar a Ali en el primero de sus encuentros.
El segundo combate tardó 3 años en llegar, con un Ali mucho más maduro y con un mejor entendimiento del encordado, mantuvo a su oponente a distancia con su perfecto jab. Había muchos prejuicios por ser una pelea sin título de por medio, pero Ali no dejó que eso influyera en su estilo ni determinación. Via decisión unánime acabaría con Frazier para después verlo en Filipinas dentro de 1 año.
Planeación
El año de 1975 marcó una época mundial de problemas políticos por todos lados, dictadores, tiranos, monarquías, oligarquías y poca democratización para ser sinceros. Uno de los personajes que aparecen en la escena fue Ferdinand Marcos, dictador del pueblo filipino y un apasionado por el boxeo. Decía que el albergaría la mejor pelea de boxeo en la historia, digamos que hemos escuchado peores cosas de dictadores, pero esto en realidad era una locura.
Pero hay una simple pregunta que te quiero hacer, ¿Si hay dictadores de naciones, también habrá para el boxeo? Creo que a todos se nos viene un nombre a la mente, y si, Don King fue el indicado para llevar a cabo «The Thrilla in Manila». El dictador Marcos convenció fácilmente a King cuando le dijo que se encargaría de la bolsa del campeón (4.6 millones de dólares), y aparte el Araneta Coliseum, recinto de 27,000 espectadores, sería otorgado gratuitamente a su promotora. A más de 13,000 km de casa, ambos boxeadores desafiaron las adversidades de Manila para llevar a cabo la pelea del siglo.
Destino Manila
Ambos pugilistas llegaron a la fecha del 1 de Octubre de 1975 con 30 años de edad. Los expertos decían que ya no había más allá para estos dos gladiadores, aquella noche esos mismos expertos jamas volverian a cuestionar la integridad de Ali o Frazier. Un cuento de hadas fue televisado por primera vez vía ppv, la icónica televisora HBO hizo llegar a los hogares de medio millón de estadounidenses (récord de compras por ppv en aquellos tiempos) esta increíble pelea.
Con 40 grados de temperatura, los cuerpos fueron apaleados por los golpes de sus manos y por la madre naturaleza, Ali comentó que el “Rumble in the Jungle” contra Foreman en África no se acercaba ni a los talones de las Filipinas. Frazier remataba contra el cuerpo, Ali deslumbraba a los espectadores con su velocidad y desplazamiento, uno era tosco y el otro más ágil, “Uncle Sam” vs “La esperanza negra”.
Recta Final
Los golpes retumbaban dentro del Coliseo de Manila, ambos boxeadores querían matarse a golpes hasta que la esquina de Frazier vio que no podía continuar más a partir del décimo cuarto round. Su entrenador Eddie Futch temió que Frazier se quedara sin su vista del ojo izquierdo, con lo cual tiró la toalla y se acercó a su boxeador diciendo: “siéntate hijo. Esto se ha acabado. Nadie olvidará nunca lo que has hecho aquí esta noche”. Ali mencionó que “fue lo más cercano a la muerte”, aun así retuvo el cetro de la división de los pesos pesados y cerró el último capítulo con el fabuloso “Somking Joe”. Hoy los recordamos en la tierra, como las grandes personas que fueron, con el agradecimiento del legado que dejaron, y como un ejemplo de vida para todos. Gracias Joe, Gracias Ali.
«Si Dios alguna vez me llama a la Guerra Santa, quiero que Joe Frazier pelee a mi lado». -Ali
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