Sin Scottie Pippen, probablemente Michael Jordan y los Chicago Bulls no hubiesen ganado seis anillos en la NBA. No es una opinión del editor, tomando en cuenta que fueron palabras del propio Mike.
En los 90s, antes de Kobe Bryant y LeBron James, lo más cercano a Jordan era Pippen. Eran 2.03 metros de puro poder, una capacidad defensiva insuperable y una determinación importante para atacar el aro.
Pero en una época que muchos consideraron injusta en cuanto a salarios en la liga, era el escudero del dorsal 23 de los Bulls quien tenía el peor contrato en toda la historia del baloncesto profesional estadounidense.
Este artículo de Hispanic Sports Media incluye ‘spoilers’ de la serie documental ‘The Last Dance’.
Según fuentes estadounidenses, “Su Majestad” @jumpman23 donará su ganancia por #thelastdance para asuntos benéficos ?? ? pic.twitter.com/30X6T017RX
— HispanicSportsMedia (@hsmamerica) April 21, 2020
Los detalles del contrato de Scottie Pippen
Pippen fue elegido en el draft de 1987 por los extintos Supersonics como quinto pick e inmediatamente fue cambiado a Chicago, en un trueque que envió como principal figura a Seattle al pívot Olden Polynice.
Luego de tres temporadas en las que promedió 12.9 puntos, 5.5 rebotes y 3.7 asistencias, consolidado como la pareja de Jordan y de haber sido llamado a su primer Juego de Estrellas con sueldo de novato, Scottie decidió renovar su vínculo con los Bulls por siete años (hasta la temporada 1997-1998) y 18 millones de dólares, poco más dos millones y medio por temporada.
El salario de Scottie en comparación con el resto
En ‘The Last Dance’, la serie documental producida por ESPN y transmitida por Netflix que narra la historia de la última campaña de Jordan en la Ciudad de los Vientos, explica en el segundo episodio la molestia que tenía ‘Scott’ por no contar con un aumento en sus ingresos durante el éxito de la franquicia.
Para tener una idea de lo «malo» que era el contrato de Pippen con Chicago, a pesar de ser el segundo jugador más importante de los Bulls, era el sexto mejor pagado del equipo y el 122 de toda la NBA.
Según datos de NBA.com, el plantel de la 1997-1998 de Chicago tenía a Michael Jordan como su jugador mejor pagado, ganando 33 millones de dólares al año. Ron Harper y Toni Kukoc le seguían con 4.6 millones, mientras que el top 5 lo completaban Dennis Rodman (4.5) y Luc Longley (3.2).
Pippen era el sexto con 2.5 millones, un buen salario en 1991 pero desactualizado para 1997 tomando en cuenta su valor como jugador.
El papel de Kerry Krause
Jerry Krause era el gerente general de los Bulls en la gloriosa época de los 90s. Era la mano derecha de Jerry Reinsdorf, dueño de la franquicia, y quien tenía la idea de disolver a la dinastía antes del inicio de la temporada 97-98.
La continuidad del entrenador Phil Jackson y la del propio Pippen estuvieron en duda por el plan de Krause de darle una nueva cara a Chicago, que finalmente decidió darle un año más de contrato al coach.
En el caso de Scottie, se hablaba mucho de un cambio. El alero no estaba contento por su situación salarial y Krause estaba dispuesto a desprenderse del escudero de Michael Jordan, quien se pronunció en reiteradas ocasiones insistiendo en que Pippen debía mantenerse en Bulls. Lo tildó de egoísta.
‘Scott’ esperó al inicio de la temporada regular 97-98 para operarse por una lesión en uno de sus pies, como parte de su guerra con la gerencia del equipo, perdiéndose 35 partidos de la campaña.
El final de una era dorada
Pippen regresó tras su recuperación y volvió a ser pieza clave de los Bulls, que terminaron ganando su sexto anillo de forma consecutiva, venciendo en seis juegos al Utah Jazz.
Tras el final de una era dorada, Scottie firmó un año por los Houston Rockets, pasando a ser el décimo mejor pagado en la temporada 1998-1999 y el sexto en la 1999-2000 cuando llegó a los Portland Trail Blazers.
Curiosamente, Pippen regresó a los Bulls en 2003 para retirarse un año después. Firmó un contrato de una temporada por 10 millones de dólares, cifra que, según expertos, merecía cuando estaba en su mejor momento y ayudó a Chicago a convertirse en la dinastía más importante de la NBA.
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