Un caballero fuera de las pistas y dentro de ellas un guerrero incansable. Esa es una de las muchas opiniones que existen sobre el brasileño Ayrton Senna da Silva, pero existe una calificación en la que todos coinciden: una leyenda de la Fórmula 1.
Era el 1° de Mayo del año 1994 cuando Senna se estrellaba contra el muro en la curva de Tamburello, durante el GP de San Marino en el circuito de Imola, en plena lucha a 216 km/h con otra leyenda del automovilismo: el gran Michael Schumacher. Senna conducía un Williams diseñado por el actual genio de la aerodinámica, nada mas y nada menos que Adrian Newey.
Fueron 11 temporadas en Fórmula 1 donde consiguió 3 títulos mundiales (1988, 1990 y 1991), pero su legado va mucho mas allá. Los expertos le califican como el mejor de todos los tiempos, sin darle méritos a registros como los de Schumacher y actualmente Lewis Hamilton. Su muerte trajo algo positivo y fue priorizar la seguridad del piloto por sobre todas las cosas. Medidas que evitaron que otro piloto falleciera en pista, hasta el horrible accidente de Jules Bianchi.
Son muchas las historias que se tejen alrededor de ese fatídico día y una de esas es que Ayrton Senna estaba enojado con Michael Schumacher y el equipo Benetton. Así lo contó Alain Prost, quien fuera el rival mas fuerte del brasileño. Para Senna, tanto Benetton y Schumacher estaban ascendiendo rápidamente gracias a técnicas nada legales, entre ellas el uso de un instrumento electrónico prohibido por la FIA para ese entonces.
Ese 1° de mayo de 1994, Ayrton Senna no quería correr debido al accidente ocurrido el día anterior durante la jornada de clasificación y donde falleció el piloto austriaco Ronald Ratzenberger, quien perdió el control e impactó fuertemente contra un muro. Ratzenberger pilotaba para el equipo Simtek e iba a 320 km/h cuando sufrió el accidente y morir en el acto.
Durante el período de 1988 a 1991, Senna mantuvo un ritmo arrollador. Ganó 35 de 96 carreras a bordo del Williams y con ello sus tres títulos mundiales. Su accidente, transmitido en vivo, terminó por construir una leyenda con apenas 34 años de edad. Eran las 2:17 PM del 1° de mayo de 1994 cuando Ayrton Senna se inmortalizó, hace ya 25 años.
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