Rafael Nadal regresó a las pistas luego de recuperarse de la lesión en su rodilla derecha y lo hizo a lo grande. El vigente campeón, vapuleó a Roberto Bautista Agut por 6-1 y 6-1 en un poco más de una hora de juego. Así, el español comienza su paso para defender la corona y seguir acumulando trofeos en uno de sus torneos favoritos.

Resumen del partido

Con la victoria ante Bautista, Nadal consigue alcanzar la exorbitante cifra de 69 victorias en Monte-Carlo. Cifra que le ha llevado a levantar el trofeo del certamen en once ocasiones y ocho de manera consecutivas.

Ante las dudas de como podría llegar a la cita en su primer torneo en tierra batida en el año, Nadal se mostró muy sólido desde un comienzo. Su estado físico luce impecable y su juego en dicha superficie sigue intacto. En la siguiente ronda deberá enfrentar a Grigor Dimitrov en lo que sin duda será una enorme prueba de fuego para él.

El amor entre Nadal y el polvo de ladrillo

Nadal y el polvo de ladrillo son uno solo. El español parece reinventarse cada vez que llega con dudas a un torneo luego de una lesión. Y en su debut no fue la excepción. Sin embargo y a pesar de los resultados positivos en la superficie a lo largo de su carrera, el camino apenas comienza y habría que verlo disputar un partido ante un rival que le lleve al límite desde lo físico.

En los últimos tres años, Nadal ha ganado 16 partidos de manera consecutiva en Monte-Carlo. Cifra de escándalo y algo que casi ningún tenista ha podido conseguir. Lo que se definiría como un derroche de talento y capacidad para crecerse en la adversidad pero por sobre todo dominar a placer una superficie.

 

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