Sonaban Mikel Arteta, Massimiliano Allegri, Luis Enrique, Leonardo Jardim, Carlo Ancelotti, Patrick Vieira, Brendan Rodgers, Julian Nagelsmann y hasta Thierry Henry. Sin embargo, el elegido para suceder en el banquillo del Arsenal a toda una leyenda como Arsene Wenger ha sido un técnico que no entraba en ninguna de las quinielas: el español Unai Emery.
Después de una temporada de especulaciones -dos, si se cuentan todos los meses del pasado año en los que Wenger no quiso dar pistas sobre su futuro-, el veterano técnico francés optó por dar finalmente un paso al costado el pasado 20 de abril y anunciar su marcha cuando acabara el curso.
En ese momento arrancó una nueva tanda de rumores sobre quién sería el siguiente inquilino del banquillo del Arsenal; qué técnico aceptaría la complicada misión de relevar a Wenger, director de la orquesta ‘Gunner’ desde hace 22 años.
Por nombre, el puesto de entrenador titular del Arsenal es más que apetecible: un club histórico de la Premier League, con un estadio moderno con capacidad para 60.000 personas, una base de aficionados fiel y pasional, y la posibilidad de vivir en la cosmopolita ciudad de Londres.
A #Emery se le podrán reprochar muchas cosas (o no), pero nunca la falta de valentía: Dirigir al PSG, donde casi sólo puedes fracasar, y, acto seguido, al Arsenal, tras 22 años de Wenger, habla de lo mucho que confía en sus capacidades.
— Miguel Ángel Román (@Miguel_An_Roman) 23 de mayo de 2018
La realidad, no obstante, es muy diferente. Aunque el equipo ‘cañonero’ sigue siendo, por nombre, uno de los ‘grandes’ de Inglaterra y del mundo, futbolísticamente hablando ha caído un escalón por debajo. Manchester City, Manchester United, Liverpool, Tottenham Hotspur y Chelsea copan ahora los cinco primeros puestos de la liga inglesa y son los que pelean por los títulos.
El Arsenal lleva dos temporadas acabando la Premier League fuera de los cuatro primeros y conformándose con la menos competitiva Liga Europa, competición en la que fue eliminado en semifinales por el Atlético de Madrid.
El proceso de reconstrucción en el norte de Londres no parece tarea fácil, ya que, según informan los medios británicos, el nuevo entrenador del Arsenal dispondrá apenas de 50 millones de libras (56,9 millones de euros) para reforzarse este próximo verano.
Los fichajes en las ventanas de verano e invierno pasados de Alexandre Lacazette y Pierre-Emerick Aubameyang -compras récord en la historia del club- costaron más de 100 millones de libras, unidos a los fuertes desembolsos en los contratos de Mesut Özil -renovación- y Henrikh Mkhitaryan -llegó procedente del Manchester United en un intercambio por Alexis Sánchez-, han dejado la caja de los londinenses bajo mínimos.
Unai Emery ha aceptado las condiciones impuestas por la junta directiva, que ha visto en el preparador vasco la persona ideal para guiar al club durante esta nueva etapa.
«Unai tiene un currículum excelente; ha desarrollado a algunos de los futbolistas jóvenes con más talento de Europa y hace un fútbol emocionante que encaja a la perfección con lo que quiere el Arsenal», indicó Ivan Gazidis, CEO del Arsenal.
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