Ni el número 1 del Draft de 2017, ni el número 2. Ni Markelle Fultz ni Lonzo Ball. Los mejores novatos del curso hay que buscarlos un poco más atrás del pasado Draft e incluso de otras ediciones. Hablamos del número 3 de 2017, Jayson Tatum, del número 13 de 2017, Donovan Mitchell, y del número 1 del Draft de 2016, Ben Simmons. Todos novatos, cada uno con sus circunstancias, diferentes camadas, pero rookies al fin y al cabo. Los mejores novatos de la NBA en el presente curso.
Y todos ellos pueden formar parte del debate de quién será el Mejor Novato del Año. Parece que los tiros apuntan directamente a Simmons y sin embargo, ni Tatum ni Mitchell, el robo del Draft, desentonan en esa discusión. Y aquí entramos en lo de siempre, el hecho de que solo se evalúa para este premio la Temporada Regular. Los playoffs pueden avivar quién es mejor, quién está en mejor forma, pero para el Novato del Año no cuentan y los votos ya se emitieron en el mes de abril.
Y quizá eso le otorgue más alas a Simmons para alzar el premio, porque de los tres candidatos ha sido el que ha dejado mejores impresiones globales en la regular season, con la segunda mejor marca de triples-dobles para un debutante, o cuatro de los cinco premios al Rookie del Mes del Este en su haber, entre otras cosas.
Pero también ha sido el que más ha sufrido en los playoffs. El australiano tuvo una buena ronda ante Miami, pero no así contra los Celtics, con el peor +/- de todos los jugadores que tomaron parte en la serie (-63). Además, bajó las prestaciones al medirse a Boston y tuvo malas noches como la del segundo partido, con 1 punto. Cómo le ahogó en defensa Brad Stevens es una de las razones por las que Philadelphia no pudo levantar la ronda (4-1) y fue eliminado en las semifinales del Este.
Tatum
Se han salido del mapa en los playoffs y a uno de ellos, Jayson Tatum, todavía le queda recorrido. Clasificado para las Finales del Este contra los Cavaliers, el novato que en 2012 rogaba a LeBron James que le siguiera en Twitter es ahora uno de los faros de Boston, uno de los líderes desde su extrema juventud de un plantel aguerrido, que ha superado todas las bajas y contratiempos posibles y que repite presencia en el penúltimo escenario de la NBA. Y de nuevo contra Cleveland.
Tatum, 20 años recién cumplidos, ha pasado de los 13,9 puntos en Temporada Regular a los 18,8 en los playoffs, donde es el máximo anotador de los verdes. Esto se explica, entre otras cosas, con una racha espectacular: Tatum es el segundo novato de la historia con más partidos consecutivos de playoffs con al menos 20 puntos. Lo ha logrado en siete ocasiones (de momento), en una tabla que lidera Lew Alcindor (luego Kareem Abdul-Jabbar) con 10 encuentros en 1970. El del St. Louis tiene la oportunidad de aumentar ese registro si firma al menos 20 puntos contra los Cavaliers en el Game 1 de las Finales del Este, que se abren el domingo en el TD Garden. Junto a todo ello, ha sido el único novato capaz de arrebatarle a Simmons un premio al Novato del Mes del Este (diciembre 2017).
Mitchell
Quien no podrá mejorar ya ese récord es Donovan Mitchell, que también suma 7 partidos seguidos de playoffs con al menos 20 puntos, lo que le empata con Tatum. Ambos han superado a David Robinson (6 en 1990) en la segunda posición.
Mitchell no podrá hacerlo porque los Jazz han caído en las semifinales del Oeste, 4-1 contra Houston. No obstante, ni una crítica a la gesta de Utah, fuera de todo a principios de 2018, en el año después de Gordon Hayward y a una considerable distancia de puestos de playoffs en enero. Remontaron, entraron en las eliminatorias, enviaron a casa a los Thunder en la primera ronda y compitieron por momentos contra los Rockets. Y lo hicieron sin Ricky Rubio y luego sin Dante Exum en la recta final de la serie. En cuadro en los puestos de dirección.
No pasaba nada, porque estaba Mitchell ahí, el gran acierto del Draft de 2017, el hombre que apuntaba a rondas más bajas, a puestos más traseros del Draft y cuyo entrenamiento a finales de mayo de 2017 con los Jazz se mantuvo en absoluto secreto de lo bueno que fue. Tanto que Utah ya había orquestado un plan para traspasar su pick 24 (Tyler Lydon, 1 partido en toda la 2017-18) por el 13 de Denver y elegir a Mitchell. El resto de la historia es conocida: Spider fue la referencia de Utah desde el principio de la campaña, el punto donde todos su compañeros posaban sus miradas cuando quemaba el balón; y a partir de diciembre ha sido siempre Rookie del Mes del Oeste. Solamente Kyle Kuzma, en octubre-noviembre, osó a discutirle el trono.
Mitchell, cuarto novato en la historia en irse por encima de los 35 puntos en un partido de las eliminatorias por el anillo, cosechó esa marca de 7 duelos seguidos con al menos 20 puntos en la serie contra los Thunder y en el primer partido de semifinales del Oeste contra los Rockets.
Ahí, en el Game 5, su espectacular tercer cuarto fue su particular canto del cisne de una temporada única. Con su empuje, con su exigencia impuesta por él tras lo que consideraba había sido un mal cuarto partido, Mitchell metió el miedo en el cuerpo a Houston. Pero fue eso, solo miedo. Se retiró lesionado en el último cuarto y despidió la campaña desde el banquillo. Nada que oscurezca un curso único, para muchos inesperado, quizá no para los Jazz, que sabían lo que había por ahí.
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