En la pasada temporada, el venezolano tuvo el promedio más bajo de toda su carrera con .249 conectando solo 16 cuadrangulares, luego de tener un registro de .316 con 38 cuadrangulares en el 2016. Los médicos de Detroit le diagnosticaron dos hernias discales a Miguel Cabrera una semana antes de finalizar la temporada regular de los Tigres.
Leer estas palabras generan gran sentimiento en los amantes del béisbol, y más cuando se trata de un triple coronado. El primera base de los Tigres, ha tenido indudablemente una extraordinaria carrera en el terreno de juego, incluso al demostrar que fuera del mismo hace algún tiempo superaba problemas de conducta que habrían logrado colocarle punto final a su carrera como pelotero, esa delgada línea donde muchos jugadores pierden las oportunidades de su vida.
“Miggy” en aquel momento entendió que debía enderezar su camino, y no solo lo hizo con su talento nato, sino que fue ejemplo de dedicación y disciplina, méritos que luego lo convirtieron en el primer venezolano ganador del premio “Jugador más Valioso” en la temporada 2012.
Me detengo en esta temporada porque justamente será recordada por el nombre de Cabrera, donde fue convocado al juego de las estrellas, líder jonronero, líder en carreras impulsadas, líder en promedio de bateo, jugador más valioso, Triple Corona de bateo, premio Hank Aaron, Bate de Plata. Además del premio Luis Aparicio.
Durante sus 14 temporadas en las Mayores, el venezolano colecciona varios premios tras entender que los récords están para romperse. El toletero, con esfuerzo e inteligencia ha conseguido logros que seguramente lo llevarán a inmortalizarse en el Salón de la Fama. Teniendo desde ya, claros puntos a favor, pues para ese camino son muchos los batazos que hay que conectar y numerosas bases por pisar.
El venezolano, en el 2007 se convirtió en el tercer pelotero más joven en llegar a las 500 carreras impulsadas. El mismo año, también se estableció como el tercer jugador más joven en llegar a las 100 impulsadas o más en cuatro temporadas consecutivas.
Los números de Miguel, crecían en cada aparición, En el 2012 llegó a las 1.000 empujadas en su carrera, siendo el jugador más joven en lograr tal récord solo detrás de Alex Rodríguez.
Si bien, no tenemos certeza de su regreso para dar un gran 2018, y también es cierto que no posee la misma edad de aquella temporada del 2012, pero seguramente aún tiene razones para producir grandes jugadas y darle al béisbol su mejor rendimiento, y estoy segura que el beisbol se lo retribuirá.
Como dijo Derek Jeter una vez “No se puede cuantificar todo lo que un jugador hace para ganar los juegos”. El trabajo de Miguel Cabrera se multiplica, entrena duro y deja todo en cada presentación, su constancia sigue intacta en sus 34 años. A los amantes del béisbol nos toca confiar y esperar lo mejor en el terreno de juego, como confía el equipo de Detroit en el Triple Coronado…