No es sencillo recuperarte cuando pierdes casi simultáneamente a tus mejores abridores. Por más que los sustitutos respondan de forma positiva, el rendimiento de su equipo se verá afectado de alguna manera.
La realidad de los Houston Astros se alteró dramáticamente cuando perdieron a Dallas Keuchel y a Lance McCullers por lesión, sin olvidar que también tienen fuera a Charlie Morton. Con este panorama incierto, es lógico preguntarse qué tanto afectará estas sensibles ausencias a su inspirada temporada.
Los Astros tendrán que seguir con Michael Fiers (4.29) como el «as» de rotación de emergencia y con Joe Musgrove (4.81) como su escudero. Son justamente este par de brazos quienes tienen la efectividad más alta dentro del staff esta campaña. David Paulino (6.59), Brad Peacock (5.00 como abridor) y el novato Francis Martes (9.82 en 3.2 IL) serán quienes se encarguen del montículo mientras se recuperan los brazos estelares.
La buena noticia para los Astros es que las lesiones de Keuchel, McCullers y Morton no parecieran ser, inicialmente, demasiado serias. Keuchel tiene una lesión en el cuello, aunque lo esperan para finales de este mes. Los otros dos casos no tienen fecha tentativa para volver, pero no parecen de gravedad. Collins McHugh, otro de los abridores fuera, sí fue colocado en lista de lesionados de 60 días y no se espera que regrese antes del Juego de Estrellas.
La gran apuesta de Houston irá dirigida a lo que pueda hacer su peligrosa toletería. Este es el momento en que necesitan más carreras y más aporte de ese frente ante la evidente debilidad en su rotación. La ofensiva liderada por José Altuve y Carlos Correa tienen un promedio de 5.4 carreras anotadas por partido, siendo la segunda mejor de la Liga Americana. Si ese ritmo se mantiene, la ausencia de sus brazos podría no ser tan grave. El problema aparecerá si caen en un bache ofensivo.
No es fácil perder a tres de los responsables de que tu cuerpo de abridores tenga la mejor efectividad colectiva del nuevo circuito (3.60). Pero las lesiones no avisan y no les queda otra alternativa que apostar a que la ofensiva se encargue de la situación.
Lo que puede tranquilizar al cuerpo técnico y la gerencia es el momento en que se produce la contingencia. Houston es líder absoluto en la División Oeste, con marca de 44-21, y con doce juegos de ventaja con el segundo lugar.
Esa cómoda diferencia difícilmente la perderán. El detalle está en cuánta superioridad podrán seguir exhibiendo sin piezas tan determinantes en la actualidad del mejor equipo del 2017.