El duelo en los playoffs ente los máximos candidatos al MVP se ha decidido. Los Houston Rockets liderados por James Harden, vencieron 105 por 99 al Oklahoma City Thunder para ganar la serie 4 a 1.
Pese a la grandiosa actuación de Russell Westbrook, quien terminó con 47 puntos, 11 rebotes y nueve asistencias. Oklahoma no pudo mantenerse con vida en la serie. Houston se encargó de capitalizar en los momentos cruciales del partido.
Durante los tres primeros cuartos se vivió un choque muy igualado con idas y vueltas. Los tiros libres fueron un arma letal que utilizó Houston para adelantarse en el marcador y poder encaminar su victoria.
Harden sería el encargado de encestar dichos tiros libres, para que con mínimo parcial de 5-1, los Rockets se fueron arriba en el marcador 98 por 91. Luego de ello, el Thunder se iría por completo del encuentro. Fallaría la siguiente ofensiva luego que Victor Oladipo, errara un pase a Westbrook.
Houston se encargaría de jugar con el cronómetro y asegurar de no perder el balón. El Thunder, quedó a cuatro puntos de empatar el marcador, pero no pudieron concretar la remontada, ya que Harden se encargará de encestar los tiros libres. En ese transcurso, Oklahoma falló varios disparos que hubiesen podido cambiar la historia del compromiso.
La falta de eficacia de Westbrook, durante el último cuarto fue el principal factor para que el Thunder no pudiese voltear el marcador. Este el comienzo del triste final de Oklahoma durante la presente campaña.
Houston fue un equipo sólido durante toda la serie. Su banquillo funcionó a la perfección. La experiencia de algunos jugadores estuvo presente y eso son los pequeños detalles que te llevan a ganar una serie.
Harden terminaría anotando 34 puntos y capturando ocho rebotes. Además contaría con el apoyo de Patrick Beverley y Nene Hilario quienes aportaron 15 y 14 puntos respectivamente. Desde su llegada a Houston, Lou Williams, se ha convertido en un fijo viniendo desde el banquillo. Durante este encuentro no fue la excepción y anotó 22 puntos.
