Ni Max Scherzer ni el manager de los Nacionales de Washington, Dusty Baker, saben con certeza si el actual poseedor del Cy Young de la Liga Nacional estará listo para lanzar para el arranque de la temporada.
La incertidumbre se debe a que Scherzer lidia con el dolor por una fractura de nudillo de su anular derecho, lesión que se presentó al final de la temporada pasada pero que no fue diagnosticada hasta diciembre. Baker dijo que analiza un plan de contingencia en caso de que el as no pueda lanzar cuando Washington inicie la campaña regular el 3 de abril.
«He lidiado con dolores y distensiones. Esto es algo completamente distinto», indicó Scherzer el jueves. «Cuando uno empieza a hacerle frente a una fractura, el descanso es realmente la única opción para lograr que todo sane».
El jueves fue el primer día oficial de prácticas para los lanzadores y receptores de Washington en las nuevas instalaciones de entrenamiento de pretemporada del equipo. Mientras otros como Stephen Strasburg, Tanner Roark o Gio Gonzalez se mantuvieron sobre el montículo durante una sesión de bullpen de 10 minutos, Scherzer lanzó desde otra zona.
Apenas esta semana Scherzer empezó a realizar lanzamientos en su preparación para la temporada 2017, y eso fue «con un agarre moderado, no con mi agarre real», explicó.
«No hay nada que podamos hacer hasta que se sienta al 100%», aseveró Baker, «y uno no desea apresurarlo, porque uno piensa a largo plazo».
Scherzer registró foja de 20-7, efectividad de 2.96 y 284 ponches la temporada pasada, incluyendo una labor de 20 ponches que igualó record en un solo partido. Es apenas el sexto lanzador en la historia de Grandes Ligas en ganar un Cy Young en la Liga Nacional y la Americana (este último obtenido en 2013 con los Tigres de Detroit).