Un golazo de falta de Leo Messi a falta de doce minutos para el final clasificó al Barcelona para los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Athletic Club, que este miércoles fue muy inferior a los azulgranas y no pudo hacer valer, en el Camp Nou, el 2-1 logrado en Bilbao.
Messi volvió a ser determinante con su enésima genialidad, esta vez una falta desde la frontal, ideal para el perfil de un diestro, pero ejecutada magistralmente por un zurdo.
El crack de Rosario envió el balón a la cepa del poste izquierdo de Gorka Iraizoz, a quien convirtió, con un golpeo envenenado, en estatua de sal, para hacer subir el 3-1 al marcador.
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Treinta y cinco minutos tardó el Barça en darle la vuelta a la eliminatoria, en una volea cruzada de Luis Suárez a centro de Neymar que convirtió en inútil la estirada de Iraizoz.
Fue, de hecho, el único remate entre los tres palos de los locales en toda la primera mitad. Aunque el 1-0 podía haber llegado diez minutos antes, si Gil Manzano no hubiera pitado un fuera de juego inexistente de Neymar justo cuando el brasileño regalaba otra asistencia a Suárez que acabaría en gol.
El error del colegiado seguro hubiera avivado la polémica arbitral durante los próximos días, si el Barcelona no se hubiese clasificado esta noche para los cuartos de final de la competición del KO.
No hubo nada más destacado del lado azulgrana durante el primer acto. Si acaso, dos faltas que Messi lanzó desviadas -dos ensayos antes de su enorme gol- desde la frontal.
Aun menos del Athletic, que no inquietó ni una sola vez la portería defendida por Cillessen en los primero cuarenta y cinco minutos.
El conjunto bilbaíno salió a buscar al Barça arriba, pero esta vez sin el despliegue físico que exhibió en San Mamés. Valverde sorprendió reservando de inicio a Aduriz y apostándolo todo a la velocidad de Williams en la transición. Pero los vascos no encontraron espacios para llevar a cabo su plan.
Y encima, el técnico visitante tenía que recomponer el eje de la zaga a la media hora, dando entrada a Elustondo por el lesionado Etxeita.
El Barça, sin la exhuberancia de antaño, se había limitado a marcar el ritmo del partido y a controlar al rival, y con ese le alcanzó para irse al descanso con una mínima ventaja en el marcador.
Parecía que aun tenía más encarrilada la eliminatoria cuando, a los tres minutos de la reanudación, Neymar hacía el 2-0, al transformar un claro penalti que Bóveda había cometido al zancadillearle dentro del área.
Pero el equipo de Valverde, que había dado entrada a Aduriz por Sabin Merino al inicio de la segunda parte, acortaba distancias en la jugada siguiente.
Un cabezazo inapelable de Saborit a centro de Elustondo se convertía en el primer remate a puerta visitante y llevaba el partido momentáneamente a la prórroga.
El Barcelona acusó el golpe durante unos minutos, hasta que Messi tocó a rebato. El astro argentino se echó el equipo a la espalda y una jugada suya en la que dejó clavado a Laporte antes de apurar la línea de fondo, la sacó Iraizoz con la puntera.
El meta vasco también estuvo acertado en sendos tiros de Alba y Neymar. Aun quedaba media hora de partido, Iniesta decidió unirse a la fiesta y el Barça siguió produciendo todo el fútbol que no había generado en la primera mitad.
Suárez rondó el tercero, pero cruzó demasiado su disparo. Hasta que apareció Messi para ejecutar al Athletic con su enésimo golpe de genio y desatar el delirio del Camp Nou.
Neymar pudo sentenciar en jugada personal, poco después, pero acabó estrellando su remate en el palo. El Athletic ya no tuvo poder de reacción, y fue el Barcelona el que tuvo de nuevo el gol muy cerca: un disparo desviado de Denis Suárez en el tiempo añadido.