BEREA — Terrelle Pryor jugará con lo que describe como una dolorosa lesión de nudillo cuando los Cleveland Browns reciban a los San Diego Chargers el sábado.
Se lastimó el dedo durante una derrota por 33-13 el pasado domingo frente a los Buffalo Bills.
«Fue la primera jugada de la segunda mitad», señaló Pryor este martes. «Fue un pase bajo. Supongo que azoté la mano contra el suelo. Le llaman como lesión de boxeador. Supongo que hay muchos boxeadores que lo sufren, donde se te sume el nudillo. Me rompí algunas cosas allí dentro».
El nudillo de boxeador es una lesión conocida que puede involucrar la rotura de ligamentos y el tendón extensor que va por encima del nudillo inferior del dedo medio.
Pryor necesitará una cirugía para reparar la lesión, pero dijo que esperará hasta el día en que termine la campaña para someterse a la operación. El tiempo de recuperación es de dos a tres semanas, dijo.
El receptor jugó pese al problema en Buffalo, pero por momentos su dedo quedó doblado hacia abajo en dirección de su palma, y no se estiraba sin ayuda de los terapeutas.
«Nunca he experimentado algo así», explicó Pryor.
Y fue significativamente doloroso.
«Cada vez que doblé el nudillo, mi nudillo se sintió como si hubiera sido golpeado con un martillo», dijo. «Está plano, luego cuando lo doblo, y cada vez que hago esto [mientras estura su dedo] hay como dos tendones que se mueven. El nivel de confort era muy bajo».
Dijo que atrapó un par de pesas con su dedo doblado hacia la palma, pero también dejó caer dos. Prometió no dejar caer ninguno otro el sábado.
Pryor pasó buena parte del lunes en el University Hospital de Cleveland con un doctor intentando encontrar un modo para jugar el sábado. Lo que consiguieron es factible, pero no sin dolor.
«Hoy en la práctica fue doloroso, pero fue suficiente que pude extender las manos y sentir el balón, atrapar el balón, y pude lidiar con el dolor», dijo Pryor. «Pienso que lo vale. Le debo eso a esta organización, salir allá y entregar lo mejor en los siguientes dos partidos. Y le debo eso a mis compañeros».
A inicios de esta temporada, Pryor había dicho, «Me cortaría el dedo» para jugar y ayudar a los Browns a ganar.
«Sentí lo que les dije hace mucho tiempo sobre el dedo», recordó Pryor. «Ahora estoy aquí. Es el dedo el que está mal, muy mal, así que es momento de jugar. Es tiempo de hacer valer lo que dije, y estoy emocionado».
Cuando se le preguntó si sería capaz de jugar con cinco días frente a San Diego, respondió: «Esencialmente».