RENTON, Wash — El quarterback de los Seattle Seahawks, Russell Wilson, decidió salirse del script el miércoles y comenzar su conferencia de prensa con un chiste.
“¿Cómo están hoy, muchachos”, preguntó Wilson. “No me hagan retirarles sus acreditaciones hoy, ¿ok?”.
Wilson se refería a su compañero de equipo, Richard Sherman, que el martes tuvo un desencuentro con un reportero, el incidente vino después de que Sherman se molestó con preguntas sobre la explosión violenta que tuvo en el juego de la semana pasada contra Los Angeles Rams.
Sherman salió de las diagonales después de que los coaches decidieron mandar una jugada por pase desde la yarda uno.
Después, se refirió al Super Bowl XLIX, cuando los Seahawks estuvieron en una situación similar ante los New England Patriots y el esquinero Malcolm Butler interceptó un pase de Wilson.
Wilson tranquilizó a Sherman, pero fue cuestionado sobre cómo se sentía de que la derrota en el Super Bowl XLIX se trajera a la mesa otra vez esta semana.
“Me gustaría que estuviéramos a una yarda de la zona de anotación otra vez”, dijo Wilson el miércoles. “Y lanzar el balón otra vez, si era la llamada correcta en el momento correcto, tengo toda la confianza del mundo en eso y tengo toda la confianza en los jugadores que tenemos”.
Wilson sufrió tres lesiones diferentes en los primeros seis juegos de los Seahawks esta temporada, admitió que su quinto año en la liga ha sido un “torbellino”, pero es optimista en que tomará el ritmo con los Seahawks (9-4-1) en la parte final de la temporada y en la postemporada.
“No ha ido tan bien como quisiera, pero últimamente sólo se trata de ganar para mi. Este año ha sido un poco difícil, obviamente, porque estoy batallando con las lesiones y esas cosas. No he podido brindar ese ingrediente extra por más que he querido en siete juegos, o quizá un poco más, pero sigues encontrando maneras para ganar”.