En Detroit, los Grizzlies volvieron a la senda del triunfo (86-98) con una actuación soberbia de «Big Spain»: 38 puntos que igualan la mejor marca de su carrera en la NBA (el 1 de diciembre de 2015 en New Orleans). El pívot mareó a Drummond y la defensa de los Pistons con una noche casi perfecta en el tiro: 14/17 (2/3 en triples), un 82,4% de acierto y por si fuera poco, aderezó su exhibición anotadora con 5 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y 2 tapones.

Ambos equipos saltaron al parqué con la misma racha negativa de tres derrotas seguidas. Los Pistons mejoraron en defensa respecto a sus últimos compromisos, pero no fue suficiente para no evitar su cuarto reves consecutivo. «Nuestro trabajo atrás fue lo suficientemente bueno para ganar. Eso es lo positivo», analizaría su técnico Stan Van Gundy.

Sin embargo, y pese al dominio en el rebote, sus pupilos no encontraron la manera de ver aro con continuidad en ataque. Memphis supo aprovechar las pérdidas locales (17, 7 de ellas en el primer cuarto) para construir una ventaja que supieron mantener el resto de la noche. Detroit, de nuevo preocupado con los percances en la rodilla izquierda de Reggie Jackson, llegaba a inquietar en el marcador, pero Marc aparecía de nuevo para poner las cosas en su sitio. «Movimos y compartimos el balón mucho mejor, mejoramos nuestro ritmo y jugamos todos juntos. Mis compañeros no pararon de buscarme. Cuando uno convierte los tiros, todo parece mucho más fácil. Atrás estuvimos muy conectados», destacó el gran protagonista de la jornada.

El paso al frente dado por el mediano de los Gasol, no fue la única buena noticia para unos Grizzlies que cosecharon su primera victoria tras el regreso de Mike Conley, aún lejos de su mejor versión. Fizdale también pudo contar 17 partidos después con Chandler Parsons. El alero se antoja una pieza clave para que los de Tennessee puedan dar un salto de calidad, pero primero necesita dejar definitivamente atrás sus problemas en la rodilla izquierda.

Marc, vencedor ante Drummond

En pleno debate por ver quién es el mejor pívot NBA del momento, no hubo color en el duelo Drummond-Marc. Aunque el de los Pistons se apuntara un doble-doble (13+19), el español le acabó desquiciando con sus movimientos y tiros abiertos. Terminó con molestias en el hombro derecho, aunque él mismo restó importancias tras el duelo. Quizá el único pero en el undécimo partido de al menos 30 puntos de su carrera (10-1 para Memphis en estas situaciones. Una producción ofensiva cada vez mayor y que se refleja en el siguiente dato. Son ya 15 sus actuaciones alcanzando la veintena este curso, dos más que en toda la pasada temporada en 24 encuentros totales menos. Un referente que siempre da la cara

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