19/02/2024
El día miércoles Barcelona y Napoli disputarán el partido de ida de los 8vos de final de la Champions League, lo curioso de este enfrentamiento es que ambos equipos están pasando por un momento de crisis.
Por un lado el Napoli que hace un año era (por lejos) el equipo que mejor jugaba al fútbol en Italia donde logró ser campeón de la Serie A y avanzar a unas semifinales de Champions. Pasó a ser un equipo sin rumbo que está dando patas de ahogado para sobrevivir.
Mientras un Barcelona que está pasando por un momento muy delicado como institución, que inicia desde la directiva intentando salvar la situación económica del club con malabares (las palancas), pasa por el manejo de Xavi como entrenador y todo se ve reflejado en el terreno de juego.
Debido a la situación de ambas partes, esta serie pasa a ser de muerte súbita. La derrota es sinónimo de destrucción y a la vez renovación, esto es un duelo de crisis.
¿Un final feliz?
La era de Xavi duró dos temporadas y media donde las dudas tuvieron más protagonismo que la certezas. Un equipo que ganó dos títulos locales la pasada temporada, pasó a tener un rendimiento muy irregular con un entrenador que le ha costado evolucionar y mantener una idea de juego que daba resultados.
Xavi Hernández llegó al Barcelona con una idea muy clara de lo que tenía que hacer, pero a día de hoy no le ha encontrado la vuelta a su propuesta.
Le ha costado generar una fórmula donde el Barcelona pueda tener jugadores con perfiles favorables para asociarse y maniatar al rival desde la tenencia del balón, sin perder la sólidez defensiva.
Estamos en la jornada 25 de liga y el equipo ya ha recibido 14 goles más de los que encajó en toda la temporada anterior en la competición local. A estas alturas del año el equipo está fuera de la Copa del Rey, en liga no solo está a ocho puntos del Real Madrid sino que tiene un calendario complicado y todo el foco queda sobre la Champions League, la única esperanza de que la era Xavi tenga un final feliz.
Jugadores señalados
La Supercopa y la liga el Barcelona las ganó con actuaciones sobresalientes de nombres como Ronald Araujo (que era considerado el mejor central del mundo), Alejandro Balde (el lateral izquierdo del futuro), Pedri y Gavi (los símbolos de ADN blaugrana. Una base para seguir creciendo.
Esta crisis se extendió y llegó a afectar el rendimiento en el terreno de juego. Araujo genera más preguntas que respuestas, Balde perdió la titularidad, Gavi se pierde la temporada por lesión, Frenkie De Jong parece que ya no entra en los planes a futuro del equipo, etc.
Y así puedo nombrar más jugadores que son señalados por los medios de comunicación, en lo personal considero que hay una presión (entendible) pero excesiva sobre el proyecto Barcelona que le ha quitado la confianza a los jugadores por completo.
Para su fortuna la Champions League es un contexto único que puede servir como punto de partida y además enfrentan a un rival que está pasando por un momento mucho peor.
Una administración volátil
Aurelio De Laurentiis es un presidente con una gestión poco habitual para el fútbol moderno, ya que le cuesta mucho delegar tareas y esto lo lleva a que se termine involucrando mucho (a veces en exceso) en cada una de las decisiones.
Algunas decisiones han sido acertadas como contratar a Luciano Spalletti como entrenador o fichar a jugadores como Kvicha Kvaratskhelia o Victor Oshimen, pero en el último tiempo se ha equivocado mucho.
La sorpresiva salida de Spalletti después de una temporada histórica para el conjunto partenopeo, ha sido el inicio de una crisis que ha llevado al Napoli a tener una de las involuciones más llamativas en el deporte.
Nadie sabe cual es el rumbo del proyecto, ni el mismo presidente que está a punto de nombrar a Francesco Calzone como nuevo entrenador a un día y medio de disputar uno de los dos partidos más importantes del año.
Sí, estás leyendo bien el Napoli enfrentará al Barcelona con un entrenador que solo va a poder dirigir un entrenamiento antes del partido.
Bajos rendimientos
En un caso similar al del Barcelona, la crisis está afectando a toda la plantilla. Los casos más llamativos son los de Khvicha Kvaratskhelia y Victor Osimhen que han bajado notablemente el rendimiento debido a la mala gestión que han tenido tanto Rudi García como Walter Mazzarri.
Al georgiano le modificaron su rol, ambos entrenadores obligaban a que el jugador partiera más por zonas interiores, alejándolo de la línea lateral, sumado a las lesiones de Mario Rui y Mathias Olivera en gran parte de la temporada.
Mientras que la relación entre Osimhen y el Napoli parece completamente rota debido a temas extradeportivos que han afectado su rendimiento en el terreno de juego, de hecho se habla de que el delantero nigeriano dejaría el club a final de temporada.
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