Yazeed Al Rajhi cumple su sueño y el de los saudís desde que la prueba dakariana se disputa en Arabia y se hace con el Touareg
Algo nada común que un piloto gane el Dakar siendo local en la prueba. Al Rajhi lo ha conseguido con todo merecimiento. No sólo por el Dakar realizado sino, también por la perseverancia que ha puesto y que ha sido clave en toda su trayectoria desde que disputa el mítico rally raid. Hasta once ediciones ha disputado de momento el saudí, siempre rápido pero carente de esa regularidad tan necesaria y esa cabeza fría necesaria en muchos momentos.
En la edición de este año ha demostrado que ha aprendido de errores pasados y que los numerosos Dakar a sus espaldas le han enseñado a medir esfuerzos y leer la carrera. Durante este Dakar ha sido clave esa REGULARIDAD, que otras veces le faltó y ha ido puliendo poco a poco el asalto al liderato siendo claves las etapas del Empty Quarter.
Victoria trabajadísima y lograda desde la constancia para un Al Rajhi que se lleva su primer Dakar, cierra el circulo de un trabajo comenzado hace años y ya pasa a formar parte de la historia dakariana. Completaron el podio final de la prueba Henk Lategan, cerca, a unos casi cuatro minutos habiendo hecho un Dakar notabilísimo y Mattias Ekström que mete el Ford en los puestos de honor dejando claro que el año que viene volverán a por la victoria.
Daniel Sanders no dio ni la más mínima concesión en el liderato
Mano de hierro en motos este año de Daniel Sanders quien gobernó el Dakar prácticamente de principio a fin desde el comienzo de la competición. El australiano cimentó una sólida distancia desde el inicio que después sólo ha tenido que ir gestionando con precisión.
Los abandonos y las pérdidas de tiempo por caídas y su lesión en el hombro del español Tosha Shareina, quien fue un sólido segundo, le hicieron rodar algo más tranquilo. Pese a la lesión de Schareina, pesos pesados del Dakar como Van Beveren, Bravec, Benavides o Howes no superaban al español por lo que, Sanders tenía ahí un buen termómetro de la fuerza de sus rivales por el Dakar este año. Una muestra de que no estaban tan fuertes como otros años, pese a que Bravec, Van Beveren o Benavides han ganado etapas y han sido regulares. Pero el hacer mucho trabajo al principio y ganar varias etapas, han sido clave para que Sanders se llevara un Dakar impoluto. El español Tosha Shareina finalizó segundo con un sensacional Dakar, más teniendo en cuenta los problemas en el hombro. Van Beveren fuer tercero completando los puestos de honor. Aunque tratándose del Dakar, sólo acabarlo ya es de honor y orgullo.
Fin de fiesta o fin de infierno un año más en las tierras de Arabia Saudí, en una edición de Dakar que muchos califican como una de las más duras de los últimos diez años, especialmente en la primera semana.
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