Los Mets de Nueva York afrontan el tramo final de la temporada regular con optimismo y con la misión de meterse en la postemporada de la MLB. Con récord de 79-66, los neoyorkinos están en puestos de comodines, lejos de pensar en un posible título divisional.
Aunque están en ese tercer puesto de Comodín, una buena racha los puede llegar a colocar primeros, algo clave para los cruces que salgan para la postemporada.
El año pasado defraudaron cuando no lograron avanzar a la postemporada y además quedando cuartos en su división.
La mano de Carlos Mendoza
Pese a un mal inicio de temporada, Carlos Mendoza hizo los ajustes necesarios para darle la vuelta a la situación y regresar a los Mets a la senda ganadora. El estratega venezolano colocó a Francisco Lindor como el primero al bate y desde entonces el equipo se ha visto diferente.
Mendoza ha demostrado liderazgo cuando el equipo lo ha necesitado y en su primera temporada como manager en las Grandes Ligas tiene la gran responsabilidad de guiar a unos Mets urgidos de resultados positivos.
La obligación de los Mets
El equipo de los Mets inició la temporada con la nómina más alta en todas Las Mayores. En total es de $316 millones de dólares, superando a sus rivales de ciudad, los Yankees.
Steve Cohen llegó a la organización en el 2020 con la chequera abierta para reforzar al equipo, pero también con la obligación de llevar buenos resultados a la ciudad. Esa fue precisamente su principal promesa, darle una Serie Mundial a los Mets.
La última gran participación de los Mets en postemporada fue en el 2015, cuando perdieron contra los Royals por barrida en el Clásico de Otoño.
Desde entonces sus aficionados no han vuelto a ver a un equipo competitivo, capaz de llevar el primer trofeo a la Gran Manzana desde 1986.
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