Cada mes de septiembre se celebra el día de Roberto Clemente en la MLB, mismo que también tiene que ver con «el mes de la herencia hispana». El recordado y maravilloso jugador puertorriqueño de los Piratas de Pittsburgh es un ídolo, no solo por su increíble manera de jugar, sino también por la calidad humana que siempre expuso. De hecho, como si de un santo se tratase, Clemente prácticamente murió por los demás.
Tanta es la admiración que se tiene por el gran jardinero izquierdo, que un premio también es entregado cada año en su nombre. Sin embargo, aparte de otras distinciones individuales, el premio Roberto Clemente va más allá de lo deportivo. Roberto Clemente es de los jugadores más extraordinarios que ha pasado por la MLB, pero también es de las figuras públicas cuyas muertes pesan aún en el recuerdo de la opinión pública.
Algunos pudieran recordar en el mundo del entretenimiento a figuras como la princesa Lady Di o al cantante de la agrupación Nirvana, Kurt Cobain, por haber tenido finales indeseados e inesperados. De igual forma, en el deporte, Roberto Clemente es ese atleta que no merecía «desaparecer» a temprana edad y menos sobre el final de su carrera como béisbolista.
Símbolo de paz y perseverancia
Roberto Clemente jugó 18 temporadas en la MLB y finalizó con uno de los mejores promedios vitalicios históricos (.317). Asimismo, sus 3.000 hits en Las Mayores son una referencia para peloteros latinos, al igual que sus 12 guantes de oro. No obstante, tal como lo reza su biografía, Clemente tuvo una trayectoria un poco parecida a su homólogo Jackie Robinson.
Al igual que el estelar número 42, el 21 de los Piratas de Pittsburgh luchó contra la segregación y discriminaciones raciales en el inicio de su carrera. Al principio, Roberto almorzaba en restaurantes diferentes, viajaba en un bus diferente y descansaba en hoteles diferentes por ser un jugador de color. De hecho, «El Cometa de Carolina» fue uno de los primeros jugadores negros latinos que tuvieron tanto impacto en Las Mayores.
El hecho de provenir de una nación caribeña le dio pocas posibilidades de resaltar en la prensa norteamericana. A pesar de sus increíbles números, Clemente solamente pudo ganar una distinción al Jugador Más Valioso (1966). De todas formas, eso nunca lo detuvo para hacer historia pues sus hazañas en el campo hablan por si mismo.
Precisamente, gracias a su cordura y dedicación, Clemente aprovechó los tiempos libres de su vida para servir. Lideró fundaciones contra la pobreza en Puerto Rico, enseñaba a jugar béisbol a quienes no tenían los recursos necesarios y defendió la igualdad de jugadores latinos en Grandes Ligas.
Esas labores se definen muy bien con una de sus tantas frases famosas:
«Mi gran satisfacción proviene de la nada al ayudar a borrar opiniones gastadas acerca de los latinoamericanos y los afroamericanos».
Roberto Clemente.
Honor a quien honor merece
Hasta los aficionados con racismo radical y la propia MLB, que en ese entonces contaba con directivos muy polémicos, no pudieron soportar la muerte de Roberto Clemente. Sea cual sea el caso, el boricua había marcado un antes y un después para jugadores latinos en Grandes Ligas. Por lo tanto, ya con todos sus logros indiscutidos, siendo 12 veces seleccionado al Juego de las Estrellas, todos los eufemismos contra Roberto Clemente fueron eliminados.
Una vez que se confirmó la desaparición de Roberto Clemente ese fatídico primero de enero de 1973, la MLB cambió. Sabía que a pesar de todos sus logros individuales, a Roberto Clemente no se le apreció como era debido. Su propia esposa, Vera Zavala, no quería que Clemente asistiera a ese viaje humanitario. Pero Roberto, fiel a sus ideales, decidió viajar a Nicaragua tras el terremoto del 23 de diciembre de 1972.
Clemente había escuchado en las noticias nicaragüenses que los militares se aprovechaban de los pocos recursos que llegaba a la población como parte de una ayuda humanitaria. Por ende, según contó su esposa, el entonces jugador de 37 años dijo «Si vas a morir, vas a morir». Como si se tratara de una sentencia precoz, Clemente sabía que, si bien existían riesgos, no había satisfacción tan grande como ayudar al prójimo.
Ante tal situación, la MLB tuvo que hacer una excepción, que no hacían desde que una luminaria como Lou Gehrig enfermó y posteriormente falleció. La recordada estrella de los Yankees culminó su carrera a los 38 años, luego de que fuera diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica. Con una esperanza de vida de tres años, Gehrig se dedicó a labores sociales con niños en discapacidad hasta su muerte en 1941. La MLB le dio ingreso inmediato al Salón de la Fama. De la misma manera, sucedió con Roberto Clemente.
Objetivos de la MLB
Desde esa década de 1970, el comisionado Bowie Kuhn empezó a ver a la organización más allá del béisbol. A sabiendas de todos los problemas sociales existentes en el mundo, hoy en día la Major League Baseball está en pro de erradicar las injusticias y promover igualdades. Roberto Clemente, siendo uno de los principales precursores de esas iniciativas, se convirtió en un referente automático de la MLB.
No es justo decir que por la muerte de Clemente la MLB decidió homenajearlo. De todas formas, con semejantes estadísticas del jardinero y bateador derecho de los Piratas, debía ser un hecho su exaltación al Salón de la Fama de Cooperstown. Sin embargo, ante su repentina muerte, la inmediatez era vital para darle a Clemente el lugar en el béisbol que tanto se mereció desde un principio.
Es así como el 8 de agosto de 1973, apenas dos años después de su muerte, Roberto Clemente es admitido en el Salón de la Fama de Cooperstown. En realidad, lo normal es que cada miembro deba esperar cinco años para su elegibilidad. Por esa razón, Clemente entró con el 92.63%, porque algunos periodistas discreparon sobre el tiempo en el cual se le designó.
Hoy en día, Roberto Clemente significa para la MLB admiración, respeto, igualdad, amor por lo que haces, humanismo y muchos valores más que el mejor béisbol del mundo quiere representar ante la sociedad. Algunos pueden pensar que dedicarle un día no es suficiente. Sin embargo, varios jugadores se motivan a representar ese mítico número 21 en tan conmemorativa fecha, cada año.
Leave a Comment