Luego de lo qué pasó en las finales y en la agencia libre, eso puede darnos una pista de lo que será el equipo a partir de la temporada 2019-2020. Un contendiente pero no un favorito. Lo que hace que tengan nuevos planes a partir de Septiembre.
Será difícil ser favorito perdiendo a jugadores como Kevin Durant y DeMarcus. Aunque D’Angelo Russell llegó a la plantilla junto a rookies y jugadores jóvenes con proyección. El proyecto mantiene su esencia, los ‘Splash Bros’ y todo lo que rodea a la Bahía, incluyendo su Big Three original, su sistema y su entrenador. El banquillo no es el mismo, pero hay piezas para formar uno de lujo si los jóvenes se desarrollan, y el potencial de otros como Russell sigue creciendo. Empecemos revisando esos nuevos planes:
Los planes con D’Angelo Russell
El arma principal de Golden State durante el próximo curso será, sin duda, su backcourt. D’Angelo Russell llegó de Brooklyn al conjunto, y pese a los rumores que daban por sentado su traspaso (posible solo a partir del 15 de diciembre), Bob Myers ha denotado que no le trajeron solo para volverlo a echar. Russell es la adición más laureada de GSW.
D’Lo entra en la temporada 2019-20 como un All-Star con juventud para seguir explotando su juego en un sistema que le lleva la contraria, pero con libertad para tomar galones. Stephen Curry y Draymond Green son dos jugadores que requieren de mucho balón, al igual que D’Angelo, por lo que Steve Kerr tendrá que buscar vueltas de tuerca a su sistema para encajar a Russell en el off ball que no practicó en abundancia en Nueva York.
Sus primeros meses serán difíciles, especialmente por la tesitura en la cual será colocado: la de “suplente” de Klay Thompson. Es decir, se le considerará un sustituto de una de las estrellas de GSW y se esperará algo de él que no encaja con su estilo de juego. Russell es un generador y tirador exterior con una defensa mediocre, para nada un tirador off ball sin necesidad de bote y con una defensa que roza, si no traspasa, la élite, como la de Thompson.
Por lo tanto, Curry y D’Lo pueden resultar una delicia en el apartado ofensivo por su facilidad anotadora y asistente (ambos son bases con mucho talento para anotar desde fuera, desde el mid range, y por qué no, desde el interior), siendo este último un apartado “vacante” tras la marcha de dos generadores como Durant y Cousins, en la bombilla y en el poste bajo, respectivamente. Se pierden dos jugadores bastante importantes, y un Klay que aportaba bastante tiro exterior, pero se gana en generación y en el propio beneficio de la duda. Esto último puede salir bien o mal, dependiendo de cómo se adapta D’Angelo Russell a los Warriors.
Draymond Green
Si hay un jugador que debe volver a probarse tras unos espléndidos Playoffs, ese es Draymond Green. La tercera pata del Big Three clásico de los Warriors y uno de los artífices de las 73 victorias ha caído en desgracia, decayendo sus números y su importancia defensiva en las dos últimas temporadas, ya con Durant a bordo. Con sus 13.3 tantos, 10.1 rebotes, 8.5 asistencias, 1.5 robos y 1.5 tapones en esta última postemporada, se acerca a las cifras que consiguió en 2015-16 (temporada regular), con 14 puntos, 9.5 rebotes y 7.4 asistencias por noche (en 81 partidos), sumando también 1.5 robos y 1.4 tapones.
El jugador que daba cohesión a Golden State se fue difuminando con los años, disminuyendo con él su defensive box plus minus, su uso de balón (de 18.8% esa temporada a 13.1 en esta pasada), e incluso su PER (a 12.9 esta campaña tras su máximo de carrera de 19.3 en la 15-16). Draymond solo ha sido él mismo durante los partidos de Playoffs, que requerían de máximo esfuerzo. Ni él, ni el propio equipo, fueron los mismos tras esa espinita de 2016 donde Cleveland les arrebató el título en su año perfecto del récord de victorias.
Green debe volver a tomar mando, balón y ser un generador más activo si quiere que su equipo no dé un batacazo importante. El ala pívot acaba de entrar en su prime (28 años) y tiene mucho juego que dar junto a un interior renovado. Y es que los Warriors pueden tener un juego en la pintura que complemente bastante a su backcourt, cambiando el estilo de juego un poco, quizás, aumentando la velocidad, el ritmo y los contraataques frente al movimiento de balón tan característico de Golden State.
Compañía
Willy Cauley-Stein, Kevon Looney, Eric Paschall, Alen Smailagic y Omari Spellman acompañarán a Draymond en la rotación interior. Todos ellos tienen características que encajan con la modernidad. Cauley-Stein es uno de los mejores reboteadores jóvenes de la liga, aunque debe mejorar defensivamente, ya que no abre la pista; Looney también es un reboteador por encima de la media con gran IQ en generación ofensiva, al igual que Smailagic, interior clásico con alto coeficiente. Spellman tiene potencial para ser un reboteador y defensor férreo, pero está por hacer. Paschall es el único capaz de abrir el campo junto a Green, característica que podría darle minutos en un conjunto como GSW. Algunos de estos jugadores están verdes, pero otros podrían dar sorpresas y descanso a los titulares. Si Steve Kerr ha sabido hacer algo, es gestionar los minutos de los jóvenes en un equipo favorito al anillo y con las posiciones más que determinadas durante años. Este curso se enfrentará a un posible nuevo reto: la lucha por esos minutos.
Planes a Futuro
Enlazando con esto último, nos quedamos con que la edad media de este juego interior es de tan solo 23 años. Añadiendo a Russell, también con 23, a Ky Bowman y Jacob Evans, con 22, o a Glenn Robinson, con 25, seguimos teniendo una plantilla que no tiene una gran experiencia, como sí o hizo en previos años donde eran candidatos a todos basados en su quinteto y banquillo lleno de viejas glorias que conocían su rol.
El talento es una obviedad en estos nuevos Warriors, así como su juventud. La franquicia de la Bahía ha sido una desarrolladora generacional de talentos desde el Draft que ha terminado en un proyecto con cinco Finales consecutivas. El Draft y los traspasos les han vuelto a proporcionar prospects hechos o con falta de cocción, pero con potencial severo para cumplir un determinado rol en esta liga. La organización debe apelar a su pasado para continuar con el presente y tener un proyecto con salud competitiva en un futuro. Stephen Curry y Klay Thompson no rejuvenecen con el paso del tiempo y es algo a tener en cuenta. También lo es que, precisamente, los jugadores más mayores de un conjunto sean los mejores. Con ese tipo de piezas, seguir construyendo sobre un proyecto que comenzó en 2011 es más fácil.
Quizás, esta temporada, los Warriors terminen por hundirse de nuevo y los planes fracasen, pero también quizás eso planes funcionen y les veamos de nuevo en lo alto de la liga. El proyecto ganador, la posible dinastía de Golden State se ha ido al garete. Sin embargo, las piezas fundamentales siguen en la ciudad y, presumiblemente, se retirarán allí. La franquicia ha conseguido la continuidad que quería y la liga está más abierta que nunca como para dar por muerto a un equipo que lleva cinco años consecutivos llegando, sin problema alguno, a la fase final de la competición.
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