En siete temporadas que lleva Kemba Walker en la NBA, únicamente en dos de ellas ha podido jugar la post temporada. En ese cálculo se incluye esta temporada, los Hornets, a pesar de que las matemáticas todavía no han dictado sentencia, no estarán en los playoffs. A seis partidos de los Bucks, necesitan algo más que un milagro en estas dos últimas semanas de competición.
Kemba, de 27 años, desde que llegó a Charlotte en 2011, únicamente pudo pelear por el anillo en 2014 y en 2016 y en ambas ocasiones cayó en primera ronda, siempre contra los Heat. Fue un 4-0 en la 2013-14 y un 4-3 en la 2015-16.
“Estoy cansado de no estar en los playoffs”, aseguró. “En este punto, quiero ganar, quiero estar en los playoffs. Odio verlos por la televisión. Sólo he estado allí dos veces en siete años y no es divertido”.
Estas declaraciones de Kemba llegan después de una semana donde aniquiló a Memphis y donde solo el hecho de no jugar el último cuarto le alejó de su récord anotador como profesional. Además, la exhibición del lunes en la prórroga contra los Knicks, con un perfecto 3/3 en triples y 11 puntos en total en el tiempo extra para darle el triunfo a los suyos. Walker está en forma, alejados de momento los rumores sobre su porvenir, que se acrecentaron en el mercado invernal cuando su nombre sonó como una posibilidad de traspaso en Charlotte.
Al de New York le queda un curso de contrato por valor de 12 millones de dólares. “Espero estar aquí por mucho tiempo”, apuntó, pero lo cierto es que la búsqueda de un nuevo General Manager en la franquicia y lo que haga quien llegue con Walker es uno de los primeros asuntos a resolver este verano en los Hornets. “Cuando tengamos un nuevo GM veremos qué dirección quiere tomar y cuál es la mejor decisión para mí”.
Leave a Comment