El próximo 1ero de junio dará inicio a uno de los duelos deportivos más esperados del momento. El enfrentamiento entre los Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors podrán en escena a los dos mejores equipos de la NBA.

Por tercera temporada consecutiva se verán las caras en estas instancias. Hasta los momentos cada franquicia ha podido conseguir un campeonato. Por lo que el enfrentamiento de la presente temporada significará el desempate en la serie particular en finales.

Golden State llega en un momento de forma y ritmo sensacional. Su récord de 12 victorias sin derrotas durante los playoffs -obteniendo el mejor récord de la NBA en estas instancias-, ha dejado en claro que no han tenido rival alguno que haya podido frenarles en su objetivo.

El poderío ofensivo y juego colectivo mostrado por los Warriors ha sido la clave de su invicto durante la postemporada. Además el poder contar con Stephen Curry en un estado de forma excepcional, le añade un toque de irreverencia y jerarquía al juego del equipo.

Sin embargo, Golden State no solo depende de Curry. Durante estos playoffs, el aporte de Kevin Durant, ha sido enorme. El alero sigue demostrando que es un jugador de gran valía en estas instancias. Atrás no se queda lo que ha hecho en los tableros Draymond Green, quien se ha adueñado de la pintura en cada cotejo, siendo un pilar fundamental en la defensiva.

Los Warriors no han tenido un mal juego durante estos 12 encuentros. Han mantenido una alta intensidad física, siendo también efectivos en sus lanzamientos y demostrando que son capaces de realizar los ajustes defensivos necesarios para conseguir la victoria.

Hasta los momentos de desconoce si el entrenador en jefe, Steve Kerr, podrá volver a dirigirlos durante la final. Sus molestias físicas y síntomas se mantienen, por lo que habrá que esperar si se encuentra en condiciones.

Cleveland llega a la final luego de derrotar en cinco encuentros a los Boston Celtics. Si bien es cierto que se mostraron superiores durante sus cuatro victorias, tuvieron un desliz en el juego cuatro cuando cayeron derrotados.

Durante esa única derrota ante los Celtics, LeBron James tuvo uno de sus peores juegos a la ofensiva en su carrera en la NBA, al solo poder anotar 11 puntos. Además se comprometió en problemas de faltas temprano.

El accionar que pueda tener James es clave para los Cavaliers. Durante los playoffs, ha anotado más de 30 puntos durante 12 de los 13 partidos. Enormes números para una de las máximas figuras de la NBA.

Lo hecho por Kyrie Irving, sin duda respalda lo hecho por James. El base se ha encargado, de demostrar que la sociedad entre ambos sigue dando frutos.

Tyronn Lue, entrenador de los Cavaliers, había declarado antes de la final de conferencia ante los Celtics, que trabajaría para brindarle a Kevin Love espacio dentro de la ofensiva, para que pueda desarrollar todo su potencial. Por momentos ante Boston, ese trabajo rindió sus frutos.

Los Cavaliers no pueden permitirse brindarle segundas y terceras oportunidades a los Warriors, ya que sería perjudicial para sus aspiraciones al triunfo.

El cotejo entre ambos sin duda alguna es de los enfrentamientos más esperados desde la temporada pasada en la NBA, cuando los Cavaliers remontaron un 1-3 en la serie para terminar llevándose el campeonato.

La paridad de sus figuras harán que cada encuentro tenga un alto vuelo físico, derroche de talento y dramatismo. El trabajo que puedan realizar ambos cuerpos técnicos será fundamental para accionar de cada equipo tanto en ofensiva como en defensiva.

Estamos ante uno de los mejores enfrentamientos de la actualidad deportiva mundial, donde los máximos exponentes del baloncesto americano se darán cita en una nueva final con el objetivo de conseguir coronarse como los campeones de la NBA.

 

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