Cuando salió por la puerta de atrás del Barcelona, el resurgir de Dani Alves no se veía como algo muy probable. Pero en la Juventus demuestra por qué es considerado el mejor lateral derecho de los últimos años.

Su influencia en el juego del conjunto italiano, primer finalista confirmado de la actualidad de la Champions League, es de altísima. «Armo el equipo para él», había dicho el entrenador Massimiliano Allegri.

Y no se ha equivocado. Las semifinales ante el Mónaco fueron suyas. Dos asistencias en la ida, con las que llegó a cuatro en el torneo para ser el mejor de su club en este apartado y el defensor más efectivo en el mismo en todo el torneo, además del gol que le puso el sello a la vuelta fue su destacada actuación.

Además ya cuenta con tres tantos en esta edición. Si bien aún está en un nivel abajo de Cristiano Ronaldo o Lionel Messi -teniendo ventaja el portugués por su implecable marcha en cuartos y la ida de las semis frente al Atlético de Madrid- sigue siendo una bujía en la Juventus.

Con otra actuación así en la final, Dani Alves podría inscribir, a la callada, su nombre en la pelea por se el mejor jugador de esta Champions League.

A título personal, alcanzó su finales internacionales número 14 en su carrera. Su pergamino sigue creciendo.

¿Podrá el brasileño demostrar que su nivel le dará para ser el mejor en este torneo?

 

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